Han sido reiteradas las denuncias realizadas por el Ministerio de Educación en donde se ha asomado la posibilidad de que las instituciones educativas del sector privado hayan suspendido las actividades, sin embargo, durante un recorrido realizado por reporteros de EL IMPULSO se constató que los colegios se encuentran con sus puertas abiertas.
Personal obrero, administrativo y docente han acudido a sus labores a pesar de los contratiempos por el cierre de vías, no obstante “si no hay población estudiantil, ¿con quién se va a compartir los conocimientos?”, expuso Erlinda de Hartliep, presidenta de la Asociación Larense de Educación Privada (ALEP).
Aseguró que en la institución de la cual es directiva, Colegio Independencia, desde hace una semana ha mermado la asistencia de los alumnos en aproximadamente un 90%, situación similar han estado viviendo el resto de las instituciones privadas.
La autoridad ratificó que “ningún colegio ha suspendido las clases”, explicó que luego de la Semana Mayor se han observado varios movimientos de protesta que han impedido el desenvolvimiento normal de las actividades en las aulas, pero esto no ha sido responsabilidad de los planteles educativos, pues la decisión de enviar o no al estudiante a clases es del padre.
Durante el recorrido se pudo apreciar que ciertamente quienes hacen vida laboral en los colegios permanecieron cumpliendo su horario, no obstante fue muy baja la asistencia estudiantil. “De 1ro a 6to grado los padres al ‘olfatear’ que se pueda generar alguna tranca deciden no traerlos o retirarlos”. En el caso de bachillerato es similar, además que estos en su mayoría tienen contacto con sus compañeros e incluso pueden saber con anticipación si estos acudirán o no a las aulas.
Hartliep enfatizó además en que gran parte del estudiantado habita en la ciudad de Cabudare, una de las zonas más afectadas por el cierre de las vías, esto ha atemorizado a los representantes a la hora de trasladar a su representado a las aulas de clases, además de un posible acontecimiento que pueda imposibilitar el paso para la búsqueda del estudiante.
La directora señaló que ya se encuentran en el lapso final, por ende se han mantenido en reunión con los docentes para plantear la reprogramación de las actividades escolares.
El Colegio Pablo VI fue otro de los visitados, al cual ayer solo acudieron 15 estudiantes. Cifra que ha sido el común denominador los últimos días.
El acceso para llegar al plantel mostró algunos obstáculos, siendo esta una de las principales razones por las cuales los representantes han evitado enviar a sus niños. Asimismo, se trata de una institución ubicada en uno de los sectores más sensibles, al tener cerca la 14 Brigada de Infantería y El Cardenalito, punto reconocido por las protestas.
“El 19 de abril lanzaron cerca dos bombas y menos mal no estaban los niños”, expresó Liuha Ching, subdirectora, quien además reconoció que el personal que labora en dicha institución ha acudido con responsabilidad a su lugar de trabajo a pesar de las trancas. “Para devolverse a sus hogares muchas veces es un problema, pero no dejan de venir”.
Tanto en el Pablo VI como en el resto de los colegios, se han encargado de hacer un acta cada día para dejar constancia de la cantidad de alumnos que acudieron, así como de la presencia de los trabajadores.
“Por la ausencia de los estudiantes no se han dado nuevos temas, pero ya pensamos en preparar una guía de estudios en caso de que la situación continúe los próximos días”, explicó Ching dando una alternativa para evitar que los estudiantes permanezcan en sus hogares sin actividades educativas.
No solo los alumnos de instituciones privadas han dejado de asistir, en las públicas tampoco se visualizó mayor movimiento en las aulas, sin embargo las autoridades no quisieron atender a los medios.