Este sábado, a las 4:00 de la tarde, la paz de los vecinos de la urbanización Club Hípico Las Trinitarias se interrumpió cuando funcionarios de la Fuerza Armada comenzaron a disparar perdigones hacia los apartamentos, y a quienes se encontraban en los parques del lugar, según lo relató y mostró en video Juan Gutiérrez, habitante de la zona.
Periodistas de EL IMPULSO se trasladaron al lugar de los hechos. Los residentes para defenderse de las agresiones colocaron barricadas en los principales accesos de la urbanización.
En la avenida Hermann Garmendia, frente a la Universidad Fermín Toro, se encontraba un piquete con más de 40 funcionarios de la Guardia Nacional. Y al menos siete de ellos se mantenían en una constante lucha entre los jóvenes que bajaron encapuchados “a defender” su urbanización.
Mientras los guardias lanzaron múltiples bombas lacrimógenas para dispersar a los manifestantes, quienes resistían con algunas láminas de zinc que convirtieron en sus escudos.
A lo largo de una hora se mantuvo “la batalla campal”. Unas decenas de personas seguían luchando, otras tantas veían desde las puertas de sus edificios y ofrecían la ayuda necesitada; y quienes por temor solo veían desde las ventanas, constantemente tocaban sus cacerolas.
Margarita Pérez se encontraba acompañando a sus hijos. “Claro que tengo miedo de lo que les pueda pasar, pero los apoyo y lucharé con ellos porque deseo que tengan la hermosa Venezuela en donde yo viví, no en el país en el que se ha convertido”, expresó mientras les colocaba una crema a los jóvenes que les permitiría resistir un poco más las bombas.
En tanto, José Fernández comentó con preocupación cómo niños de apenas 12 de años de edad se encontraban encapuchados. “ A esto es lo que nos ha llevado la revolución”, destacó.
A las 5:30 de la tarde los funcionarios se retiraron. Y los manifestantes para impedir que regresaran con represalias, cerraron por completo el paso vehicular a su urbanización con troncos y ramas.