A cuatro décadas del accidente aéreo de los Andes -convertido en tragedia para las familias de las víctimas y milagro para los 16 uruguayos que lograron sobrevivir- ambos grupos apuestan por atravesar el dolor y celebrar la vida y la memoria de los que no volvieron.
“Con el paso del tiempo lo que se dejó atrás fue la angustia, el sufrimiento, el dolor del frío que carcome la piel, para dar paso a la esperanza, a la historia de sobrevivencia, solidaridad y amistad que vivimos en la montaña”, comentó José Luis “Coche” Inciarte, uno de los sobrevivientes.
Un 13 de octubre de 1972, la aeronave Fairchild F-227 de la Fuerza Aérea Uruguaya que tenía como destino Santiago y viajaba con 45 pasajeros -en su mayoría estudiantes y jugadores de rugby- se estrelló en la cordillera.
Doce personas murieron en el accidente, mientras que otras 17 fueron falleciendo con el transcurso de los días.
El 23 de octubre una radio -a la que se logró hacer funcionar tras mucho esfuerzo- anunció a los sobrevivientes que la búsqueda se había suspendido y los daban por muertos. En ese momento los jóvenes, debilitados por la falta de comida, tomaron la decisión de comer la carne de sus compañeros muertos para poder seguir viviendo.
“Los años llevaron a que lo que primero impactó, que fue la noticia de lo que usamos como comida, dio paso a la historia de sobrevivencia y el mensaje de esperanza que la gente toma”, reflexionó Inciarte.
Para Roberto Canessa, quien caminó diez días por las montañas junto a Fernando Parrado para pedir ayuda en Chile, las personas “toman nuestra historia y se emocionan, y creo que eso sucede porque cada persona tiene su cordillera para trepar, y como nosotros salimos, creen que ellos pueden salir”.
“La historia se mantiene en el disco duro de mucha gente alrededor del mundo porque, al escuchar lo que pasamos despierta -sobre todo los que la están pasando mal- la fuerza interna que tienen el interior”, coincidió Daniel Fernández Strauch, que presentó recientemente su libro “Regreso a la Montaña”, una guía de superviviencia espiritual.
Sebastián Piñera los recibió
Catorce de los 16 uruguayos sobrevivientes de un accidente aéreo en la cordillera de Los Andes fueron recibidos el viernes en el Palacio de La Moneda por el presidente chileno Sebastián Piñera.
El mismo día en que el mandatario conmemoró el segundo aniversario del rescate de 33 mineros chilenos que quedaron atrapados en una mina de Atacama durante 69 días, en una historia similar a la de los uruguayos, Piñera recibió a los supervivientes del llamado “Milagro de Los Andes”.
Estos sobrevivientes que hoy rondan los 60 años, obsequiaron a Piñera una camiseta de rugby enmarcada, similar a la que ves-tían en 1972, y agradecieron al Presidente que los recibiera 40 años después del accidente.
“Es una demostración de la amistad entre uruguayos y chilenos, y de este grupo de jóvenes absolutamente excepcionales que le dieron un ejemplo al mundo”, señaló el ministro de Defensa, Andrés Allamand, quien, como los uruguayos, fue jugador de rugby en su juventud.
También les acompañó en el acto el arriero de 90 años Sergio Catalán, quien fue el primero en encontrar a dos de los jóvenes uruguayos con vida y comunicó a los equipos de rescate sobre el paradero de los sobrevivientes.
El viernes, los uruguayos relataron en una conferencia de prensa su experiencia tras el trágico accidente. Muchos confesaron amar la montaña, a pesar de la dura experiencia que vivieron, y sólo uno de ellos viajó por tierra de Montevideo a Santiago por miedo a subirse a un avión.
“Estamos vivos, y hemos podido tener vidas normales. Que nos hayamos podido recuperar es un mensaje sobre las capacidades del ser humano”, señaló Pedro Algorta.
Foto: Archivo