Pese a las advertencias que han hecho vecinos de la zona, usuarios y dirigentes sociales del municipio Crespo, hasta este viernes en ningún organismo han mostrado interés en lo que está ocurriendo en la carretera que une a los estados Lara y Yaracuy por el norte.
Hace un mes que, durante la crecida de una quebrada, un extenso tramo de tan importante vía se hundió, dejando sólo un canal para el tránsito automotor.
“El problema es que cada vez que llueve se cae otro pedazo de los canales de rodamiento y si cae un aguacero fuerte y la quebrada vuelve a crecer, toda la carretera podría quedar cortada en dos, como ya ha ocurrido anteriormente en otros tramos, como el de Limoncito”, advirtió Asdrúbal Álvarez, líder del movimiento Crespo Activo.
Para el dirigente social, es preocupante que ni desde Invilara, el organismo de la gobernación encargado de la vialidad, ni desde el ministerio de Transporte Terrestre hayan mostrado preocupación por lo que en ese sector, conocido como El Reloj, está ocurriendo.
“En cualquier momento Duaca y Aroa podrían quedar incomunicados una vez más”, enfatizó Álvarez.
Igualmente advirtió sobre el peligro de que ocurra lo mismo con la vía Duaca-Moroturo, que ha venido deteriorándose con el tiempo y algunos tramos ya están intransitables.
