La fetidez es realmente insoportable en gran parte de la Urbanización La Hacienda del municipio Palavecino.
Pero aún más intolerable es la irritación en los ojos y garganta, las nauseas producto del olor a aguas cloacales y las constantes enfermedades bronquiales y dermatológicas.
La dramática situación de insalubridad inició a mediados del año 2011, cuando la red de aguas servidas de este urbanismo colapsaron debido a su vencimiento.
Sellan entradas de aire
Gisela Hernández y Lourdes Castro, ambas vecinas de La Hacienda, destacaron que en el complejo residencial en su mayoría es habitado por personas de la tercera edad llegadas hace 37 años, y que hoy se encuentran severamente afectadas por la contaminación.
-Necesitamos urgente atención por parte de los entes gubernamentales, pues la situación cada vez es más pavorosa, acentuaron.
Acotaron que para resguardarse un poco de los olores nauseabundos e infecciosos, se ven obligados a sellar las rendijas de las puertas con paños húmedos y las ventanas con sábanas.
-No hay un residente de la calle Calarca que no haya padecido de alguna enfermedad respiratoria, de la piel o la vista, consecuencia de la descarga de aguas cloacales en la red de aguas de lluvia, arguyó la señora Hernández.
Hidrolara sustituyó las cloacas
José Mediomundo, habitante de La Hacienda, declaró que Hidrolara ha efectuado una serie de obras para sustituir la red de cloacas, “pero se encontró con que la salida de la red, ubicada en la calle Calarca hasta las tanquillas morochas de Valle Hondo, se obstruyeron, lo que amerita la construcción de una nueva aducción”.
Zancadillas gobierneras
A juicio de Mediomundo, mientras los vecinos padecen enfermedades, el INTI retrasa permisos para que Hidrolara pueda ejecutar trabajos dentro de predios que administra el mencionado instituto.
-El INTI tardó más de seis meses para autorizar el primer permiso, el cual luego tuvo que pasar por el Ministerio del Ambiente, en donde han alegado una serie de zancadillas para impedir que la hidrológica ejecute la nueva construcción de la red cloacal, al tiempo que estas aguas siguen descargándose en el canal de la Quebrada Tabure en Valle Hondo con dirección a la zona rural de Palavecino.
Fotos: Luis Alberto Perozo Padua