El presidente de la Asamblea Nacional de Venezuela, Julio Borges, llamó este jueves a las naciones del Caribe a unirse a la “presión democrática” internacional para que se realicen elecciones generales en su país y el gobierno libere a disidentes.
El parlamentario advirtió que esa crisis comienza a tener repercusiones en los países vecinos, señalando no solo fenómenos como migración, sino también “narcotráfico, paramilitarismo y terrorismo”.
“La crisis de Venezuela es una enfermedad contagiosa a toda la región”, dijo.
La OEA aprobó el lunes una resolución que declaró una “grave” alteración del orden democrático en Venezuela y resolvió avanzar medidas diplomáticas, incluyendo una posible reunión de cancilleres, para mediar en la crisis.
El documento fue aprobado con 21 países presentes (de los 34 Estados miembros de la organización), de los cuales cuatro se abstuvieron. No se registraron objeciones y no hubo votación.
Pero la mayoría de las representaciones del Caribe no asistieron.
El líder opositor expresó agradecimiento por la resolución y evitó pronunciarse sobre una eventual suspensión del país del foro continental.
“El llamamiento a la comunidad internacional es a que sigan apoyando al pueblo venezolano (…) y que Nicolás Maduro, quien está fuera de la Constitución, tenga toda la presión democrática para ir a un proceso de votación”, dijo Borges.
El diputado, que preside un parlamento declarado en “desacato” por el Tribunal Supremo de Justicia y cuyas atribuciones éste asumió brevemente la semana pasada, señaló que el “golpe de Estado sigue y se profundiza en Venezuela”.
Con su pedido de elecciones Borges apunta a la realización este año de los comicios de gobernadores, que debían celebrarse en 2016 pero fueron suspendidos por el poder electoral, además de los legislativos y presidenciales, estos últimos previstos para fines de 2018.
“No estamos pidiendo intervenciones extranjeras, no estamos pidiendo golpe de Estado, no estamos pidiendo violencia (…) Lo que pedimos es voto”, resaltó.