El Deportivo Lara cuenta las horas para volver a la acción en el torneo Apertura del balompié nacional, tras la semana de receso por la actividad de las eliminatorias suramericanas, y espera por el Atlético Venezuela, un rival de marcha irregular en el certamen, con un paso para adelante y otro hacia atrás, que saldrá en procura de pescar puntos en cada ajena, como ya hizo en fechas previas.
El duelo entre el cuadro rojinegro y el elenco nacional está programado para jugarse este sábado en el estadio Metropolitano de Cabudare (5.00pm), al cumplirse la novena jornada de la competición.
La tropa larense espera con ansias el encuentro ante el conjunto del argentino Ignacio “Nacho” González, entre otras razones, porque quiere lavar su cara tras la goleada encajada la fecha anterior en casa del Táchira, lo que supuso el fin de una cadena de cinco desafíos sin sufrir descalabros, amen de que necesita mantener su imbatibilidad en casa para recuperar la posición de líder, de la que fue desplazada días atrás por el carrusel aurinegro, tras el empate con Portuguesa, en uno de los duelos reprogramados que se jugaron el pasado fin de semana.
La escuadra de Leo González y Pedro Vera acumula cinco triunfos en igual número de salidas cuando juega de local, desempeño superlativo que le permite sostenerse en posiciones vanguardistas, dada la pobre cosecha que, en contraste, acumula en condición de visitante.
Por el Metropolitano de Cabudare pasaron rivales de todo tipo y salieron con las tablas en la cabeza. Le pasó al JBL Zulia y también al Zamora FC, por citar dos elencos contrastantes, uno de poca monta y el otro vigente campeón del balompié criollo.
Ahora bien, se avecina un Atlético Venezuela que, al no tener la plantilla de nombres como ocurre con otros equipos del circuito, luce como una presa fácil, eso en el papel, pero la revisión de su trayectoria en el presente semestre indica que ha tenido sus mejores tardes en la carretera, puede que por encontrar gramados de calidad, totalmente ajenos a lo que suele ser su día a día en el maltrecho césped del Brígido Iriarte.
Su fórmula es sencilla y hasta lógica. A falta de figuras individuales, hace del esfuerzo colectivo su gran baza, con orden en su línea posterior, multiplicación de esfuerzos en la marca y, después, apelar al olfato y oficio de sus atacantes argentinos Jonathan Herrera y Emiliano López para hacer daño en el otros costado.
Ya el Lara sudó ante Socopó y tiene la consigna de evitar que el sufrimiento no sea similar frente al Atlético Venezuela.
