Lo que a este régimen le gustaba antes porque le favorecía, ahora lo rechaza. Afirmación en tal sentido hace el abogado y diputado del Consejo Legislativo del estado Lara, Filiberto Peña Canelón.
Le gustaban las elecciones, pregonaba sus triunfos y hablaba de democracia protagónica a todas horas, comenta. Ahora dice que los comicios no son importantes, sino la economía.
De la Constitución no sólo era la mejor del mundo y el propio Hugo Chávez mandó un ejemplar al Vaticano, no para que la bendijera el Papa, sino para que fuese tomada como ejemplo para la humanidad. Pero, hoy el texto constitucional es letra muerta.
Y así ha pasado con la Carta Democrática Interamericana, la cual impulsó el propio Chávez y le puso al documento su firma, como lo hicieron los demás jefes de Estado.
Ahora esa Carta, según Maduro, Diosdado Cabello, Delcy Rodríguez y demás jerarcas del régimen es intervencionista, injerencista y atenta contra la soberanía nacional.
Aún más, los diputados de la Asamblea Nacional que se pronunciaron por su aplicación este mes corren el riesgo de ser enjuiciados por traición a la patria, advierte Peña Canelón. Ya dijo que el dictador Erdogan, de Turquía, que tiene presos a 26 mil opositores, quedará como un niñito de pecho por lo que piensa hacer, ya que le sabe a casabe lo que digan la OEA y el imperialismo yanqui.
Pero, no es que olvide Maduro o se haga el loco que esa fue la Carta que esgrimió la Organización de Estados Americanos (OEA) en abril del 2002 para amparar a Chávez, después que salió de la presidencia de la República y fue llevado de La Orchila de regreso a Miraflores por el entonces comandante de la brigada de paracaidistas del Ejército, Raúl Isaías Baduel, en lo que se denominó “Operación restitución de la dignidad nacional”, recuerda el ex diputado Pedro Pablo Alcántara, al hablar con EL IMPULSO.
A estas alturas todavía hay mucha gente, incluyendo a funcionarios del Gobierno, que no han leído el texto completo de esa famosa Carta a la cual, como coinciden en aseverar Peña Canelón y Alcántara, así como otros de entrevistados, le teme el régimen.
Obligaciones democráticas
-¿Por qué ese temor?-le preguntamos a la Dra. Cecilia Sosa, ex presidenta de la desaparecida Corte Suprema de Justicia.
-Es el contenido de los primeros cinco artículos de la Carta. Son muy claritos. Entendibles todos, dice. Y obligatorio su cumplimiento.
El primero establece el derecho a la democracia y la obligación de los gobiernos a promoverla y defenderla.
El segundo, la garantía del estado de derecho y la participación permanente, ética y responsable de la ciudadanía en el marco de la legalidad, conforme al orden constitucional.
El tercero, el respeto a los derechos humanos, la celebración de elecciones periódicas, justas y secretas, la existencia de partidos políticos y la separación e independencia de los poderes públicos.
El cuarto, la transparencia en la gestión de gobierno, el respeto por los derechos sociales y la libertad de expresión y de prensa.
Y el quinto, el apoyo a los partidos en las campañas electorales, además de la promoción de la ciudadanía en el fortalecimiento de la democracia.
Desconocimiento de la democracia
El principio fundamental de la Carta, suscrita el 11 de septiembre de 2001, en la Asamblea General de la OEA, que se celebraba en Lima, Perú, es el de que los pueblos de América tienen el derecho a la democracia, resaltó el Dr. Lorenzo Tovar, presidente del Instituto Cristiano para los Estudios Sociales.
Uno de los primeros firmantes de ese documento fue precisamente el entonces Presidente Chávez, de quien ahora se dice que lo hizo con reservas porque se habla de democracia representativa.
Ahora bien, ¿qué se puede entender por democracia? Tiene que ser un sistema de gobierno con amplias libertades y profundos respetos: libertad para el trabajo, libertad de empresa, libertad de pensamiento, libertad de prensa. Respeto por los derechos humanos, totalmente. Respeto a la propiedad privada. Respeto a los ciudadanos.
Todo eso lo plantea la Carta Democrática Interamericana, de la cual Venezuela es signataria y por tanto tiene tanta vigencia y obligación de ser acatada como es la Constitución de la República.
Pero, si el régimen no acata la Constitución, ¿qué se puede esperar? Pues que los demás países tomen conciencia de la situación por la cual está atravesando Venezuela y se aplique la Carta.
Aquí hay un desconocimiento de la democracia. Si la democracia es esencial para el desarrollo social, político y económico, como reza la Carta, eso no se cumple.
Socialmente tenemos una crisis de gran envergadura que yo he advertido que puede traer como consecuencia una hambruna masiva. Hay miles y miles de personas que están comiendo desperdicios que apenas pueden encontrar en las bolsas de basura que deja la gente a la puerta de su casa para que el servicio de aseso la recoja. También esculcan en los desechos de los restaurantes, pizzerías, comida rápida. Y en los mercados. Hasta en los vertederos de basura. Existen centenares de miles que se están enfermando por comer porquería. Y ha habido muertes por consumo de yuca amarga.
Por falta de medicinas ya se ha perdido el número de víctimas de todas las edades.
La entrega de las bolsas de los llamados comités locales de abastecimiento y producción, los Clap, es una política de apartheid, porque generalmente los beneficiarios son las personas identificadas con el régimen, aunque no a todas les llega. Es que la propia Erika Farías lo dijo públicamente: en los Clap no puede haber escuálidos ni contrarrevolucionarios. Es una pedagogía para ir convenciendo a los que no están en el proceso.
Se sabe que una inmensa cantidad de niños no van a la escuela porque su familia no les puede dar comida y en las escuela tampoco la hay. ¿Cómo puede aprender un escolar desnutrido? Está creciendo, muy mal, una generación que desnutrida y subnutrida.
Socialmente tenemos un problema muy grave de delincuencia y un sistema carcelario que escapa al Estado, porque el gobierno le ha dejado el control a los pranes para que estos no sólo sigan operado desde los penales para cometer todo tipo de delitos, sino para que ejerzan chantaje sobre los otros presos y además tengan privilegios como fiestas, piscinas y vacaciones en la playa. Además, la impunidad ha sido reconocida por la propia fiscal general de la República. La delincuencia es favorecida por el régimen y nadie está a salvo porque los antisociales actúan a todas horas contra indefensos ciudadanos, incluso contra los menores. Y no hablemos de la droga, porque se habla de carteles con señalamientos muy graves que cuestionan a funcionarios del más alto nivel en el poder. Investigaciones que se realizan en los Estados Unidos son descalificadas como agresiones del imperio cuando ha debido el gobierno comenzar a separar a los funcionarios presuntamente involucrados para que se determine con claridad las responsabilidades. Este hecho es muy grave porque está quedando muy mal la imagen del país ante la comunidad internacional.
Si el aspecto social es preocupante, no deja de serlo el de los derechos políticos, porque estos han sido condenados a años de prisión por pensar diferente al régimen. Pero también son víctimas de torturas físicas y sicológicas. Sus familiares no escapan a la persecución. En una democracia no puede haber presos de conciencia y mucho menos que el régimen se burle ante el mundo diciendo que no son presos políticos sino políticos presos. Como si todo esto fuera poco, aquí se ha venido criminalizando la protesta. Incluso, han sido detenidas personas por manifestar en las colas que se hacen para conseguir algún que otro producto, pasando horas esperado que les vendan lo que pueden conseguir. Diariamente hay protestas por falta de gas. Y ya hemos visto cómo en estos días, en el país que pregona tener las mayores reservas petroleras del mundo, escasea la gasolina y los conductores han pasado cuatro o más horas esperando llenar el tanque de sus vehículos, aunque muchas veces se han tenido que ir a sus casas porque no han logrado su cometido. El petróleo que debió ser aprovechado por su venta, se convirtió en el mejor recurso para que un grupito hiciera de las suyas y hoy tenemos a la principal empresa petrolera venezolana sumida también en una crisis, de la cual le costará mucho superarla porque sus cifras están rojas, porque fue mal administrada. Pero está prohibido por el propio régimen investigar lo que ha ocurrido.
En el aspecto político, hay mucha tela que cortar, expuso el Dr. Tovar. No solamente fue eliminado el referendo revocatorio presidencial mediante medida de tribunales penales, sino que las elecciones de gobernadores fueron aplazadas sin término alguno y ahora sale el CNE con la revalidación de partidos políticos. Ya he dicho que la única salida que tiene la población es tomar la calle, ejercer la presión democrática, porque de lo contrario aquí tendremos un régimen igualito a de los Castro en Cuba. Allá, como está ocurriendo aquí, se fueron los que podían hacerlo para buscar una nueva vida en el exterior. Lo lamentable es que nos estamos quedando sin una juventud bien formada profesionalmente que va a engrandecer las economías de otros países, mientras que la nuestra cada día se hunde más en el lodazal del fracaso. Porque este régimen es copia de los malos gobiernos comunistas, como han sido todos, ya que no benefician a la población. Sino que bajo la consigna de que es un gobierno del pueblo solamente una pandilla se apodera de los bienes de la nación. Ahora el pan nuestro de todos los días también ha sido engullido por el sistema totalitario. Y el hambre aumentará mucho más. Oremos y pidámosle a Dios que nos ayude a salvar el país. Ahora más que nunca depende de nosotros luchar por la democracia. La Carta es un instrumento de democracia, pero esta sólo la podemos construir nosotros.