Este 27 de febrero se conmemora a nivel mundial el Día del Trasplante, y en Venezuela, aseguran conocedores, persiste un retraso importante en la materia al compararla con otros países de Latinoamérica (como Brasil y Argentina), debido a la falta de inversión gubernamental para dar conocer que pueden salvarse vidas con una conciencia de donante y la falta de trasplantólogos.
Son pocos los trasplantes que se llevan a cabo en el país, sostienen desde la Asociación Venezolana para el Deporte y la Salud de los Trasplantados y en Situación de Trasplante (Avedestras). En el 2017 no se ha realizado ninguna intervención de este tipo.
Los trasplantes se clasifican según el tejido, en injertos de córnea, hueso, cabello, piel y válvulas del corazón; y según el órgano, pueden ser de corazón, hígado, riñón, intestino, páncreas y pulmón.
El más común de los casos en la nación, al igual que a nivel mundial, es el trasplante de riñón. Por la donación de este vital órgano esperan en una lista aproximadamente 3 mil venezolanos.
También se ven casos comunes de médula ósea y córnea, así como de hígado y corazón, aunque estos últimos con extrañeza por los atrasos tecnológicos que aquejan al país, explicó la presidenta de Avedestras, Jacqueline Pérez.
“No hay cultura de donación y yo me pregunto: por qué el Gobierno en vez de invertir en unidades de diálisis, por ejemplo, lo hace en campañas de concienciación y donación, en hablar más del tema; porque le conviene al Estado tener pacientes trasplantados, sanos y con mejor calidad de vida que pacientes por los que debe pagar 20 mil bolívares en cada diálisis, y son tres a la semana, saca la cuenta”, sentenció.
Desde esta ONG, acotó vía telefónica su vicepresidenta, Ana Sequera, ven con preocupación que los especialistas en cirugías de trasplante han emigrado, y por ello, deben enfocarse esfuerzos en la formación de nuevos profesionales.
Según las leyes
Por ley, los trasplantes sólo pueden ser realizados en centros hospitalarios públicos y privados expresamente autorizados por el Ministerio de Salud.
Desde 2011 y por disposición de la Ley sobre Donación y Trasplante de Órganos, Tejidos y Células en Seres Humanos, todos los residentes de Venezuela son donantes presuntos de órganos, tejidos y células con fines terapéuticos o de trasplante al momento de su fallecimiento, si se les ha diagnosticado muerte encefálica o cerebral. La única manera de no convertirse en donante es haber manifestado oficialmente en vida una decisión en contrario.
Si se desea ser donante al fallecer, recomendaron desde Avedestras, lo ideal es hacerlo saber a los familiares cercanos, específicamente a quienes se hará cargo del cuerpo.
Muestra de amor
Pérez y Sequera hicieron un llamado a la ciudadanía a documentarse más sobre el tema, negando rotundamente que corra peligro la vida del donante.
“Es la vida después de la vida, es ayudar a familias completas, es una muestra de amor demasiado grande (…) Es un mito que se pueda matar a alguien durante un trasplante, porque son múltiples pruebas que se realizan para que puedas ser donante, comenzando por la compatibilidad”.