Latinoamérica no se amedrenta frente a las amenazas de Donald Trump. Así lo afirmaron cineastas como Diego Luna o Sebastián Lelio en la Berlinale, que llamaron a combatir su política excluyente con las armas del conocimiento y la cultura.
«El mundo se ha vuelto político: te está pidiendo tener una opinión y que te involucres», arengó el actor y director mexicano Diego Luna, miembro del jurado del festival de cine.
«Tenemos que asegurarnos de que conectamos con toda la parte de Estados Unidos que está resistiendo», continuó, en un acto de rechazo contra las barreras, realizado simbólicamente frente al muro de Berlín.
Lejos del derrotismo, la política de repliegue de Trump y su voluntad de restringir la entrada de personas a Estados Unidos provocaron un grito unánime de resistencia. Con la premisa ya conocida, la unidad hace la fuerza.
Para el chileno Sebastián Lelio, que en la Berlinale compite por el Oso de Oro con «Una mujer fantástica», ante esta ola de «retroceso general» que quiere «poner etiquetas a la gente», hay una «contra-ola que es inclusiva y quiere abrazar la complejidad de la vida».
A Trump «no le veo muchos aliados, ha enfadado a los mexicanos, los argentinos, los alemanes, los chinos…. Hay algo que nos está hermanando», coincidió el documentalista mexicano Everardo González.
Si Trump no quiere los aguacates mexicanos, que «no se los coma»
Su compatriota, la cineasta María Novaro, también lo tiene muy claro: «si Trump decide que no van a entrar a Estados Unidos los aguacates mexicanos, que son deliciosos, que no se los coma. De momento nos va a afectar, pero alguien los va a comprar».
Esta situación «puede ser una oportunidad de decir: aquí estamos», señaló a la AFP la directora de «Lola» y «Tesoros», destacando la «autoestima y fortaleza de la cultura» mexicana.
Un espíritu combativo que para estos cineastas que presentaron sus últimas películas en la Berlinale, un festival militante, se arma con el conocimiento y la cultura.
La elección de Trump a la presidencia de Estados Unidos es una muestra de que «no aprendemos, de que el peligro del fascismo sigue allí», dijo Lelio, cuya película sobre una mujer transexual tumba prejuicios, ensalzando la inclusión social.
«Cada generación necesita aprenderlo todo de nuevo. Por eso es importante transmitir el conocimiento (…) De lo contrario, en un abrir y cerrar de ojos podemos volver a caer en los tiempos oscuros».
«El cine latinoamericano reafirma nuestra identidad cultural»
El cineasta cubano Fernando Pérez abunda: «La cultura y el arte es la única vía de llegar al entendimiento y el mejoramiento humano», dijo.
Pérez presentó en Berlín «Últimos días en La Habana», un filme sobre dos amigos que viven juntos en un paupérrimo apartamento de la capital cubana.
Incapaz de disfrutar del momento presente, Miguel solo sueña con irse a Estados Unidos. En cambio, Daniel, a quien el sida ha postrado en cama, es pura energía positiva, agradecido por lo que tiene.
«El sentido del nuevo cine latinoamericano aspira más a reafirmar nuestra identidad cultural que a llenar las pantallas del mundo», dijo.
«Y si el fenómeno Trump contribuye a reforzar nuestra unidad, perfecto», apostilla.
