Es difícil de creer y explicar al mundo el por qué tantos problemas en nuestro país.
Da vergüenza ver este rosario de dificultades en que estamos sumergidos, sin motivos ni razones que lo justifiquen.
Después de nadar en la abundancia hoy nos ahogamos en la miseria; que Dios nos proteja y nos alumbre el camino para salir a flote. De lo contrario nos hundimos, algo para este servidor muy difícil de explicar por haber hecho un pacto con lo positivo, la admiración y la creatividad y de no contagiarme ni contagiar o convertir mis reflexiones en agoreros y portador de lo que nadie desea.
Tristemente es imposible ignorar el viacrucis de nuestros coterráneos al invertir y a la vez perder su tiempo en busca de los más sencillos y tradicionales alimentos de la dieta básica. Todos esos millones de venezolanos muy bien pudiesen invertir ese tiempo en un trabajo en que se ayuden y ayuden al empleador, gozando de los beneficios de ley, incluyendo la pensión de vejez y algún ahorro que nunca esta de más. Si en su plena juventud sufren, imaginémonos cómo será cuando seas adultos mayores. Ojala este artículo lo lean los que lamentablemente venden y hacen colas y se den cuenta del maltrato que le están causando a sus vidas y a las de sus hijos. Cuando sean adultos qué les pueden contar de esa niñez y del crecimiento tan accidentado, pensando de que nacieron en un país rico pero vinieron a este mundo a sufrir y pasar trabajo contribuyendo a una fábrica de pobres.
¿Como salir de esto?, para no caer en los que buscan la pobreza y mueren en la miseria; no, por favor, éste es y sigue siendo un país que puede dar mucho hasta la eternidad. Tenemos de sobra y de todo aunque muy mal administrado, pero como todos los problemas traen la solución incluida esto servirá de experiencia y traerá consigo una rectificación y prosperidad para todos sin exclusión. Así lo suplicamos todos los que deseamos la paz y el bienestar para todos, conscientes de que se gasta o se invierte menos viviendo en amor paz y armonía.
En cuanto al problema del hambre y la escasez es lo más fácil de resolver y a un bajo costo. Para enfrentar este grave problema que nos afecta a todos sobran voluntades, conocimientos y creatividad para combatirlos. Hay mucha gente, hombres y mujeres de trabajo, que aman el campo y quieren seguir produciendo en el campo, dispuestos a seguir aportando. Solo exigen lo por derecho les corresponde: seguridad integral, poder conseguir la semilla a tiempo para ser sembrada en su ciclo, fertilizantes, herbicidas, maquinarias o al menos los repuestos para reconstruir. Hay muchos que desean producir, compartir y contribuir a que el país se pueda autoabastecer y exportar como antes, generar divisas en vez de enviarlas a otros países. Es lamentable que hoy estemos exhibiendo cifras como las que publican presidentes de algunos gremios: la producción primaria bajo 72%, el agrocomercio un 22%, para un total de 94%, ¿qué pasó? Lo que esta a la vista no necesita anteojos. La gente del campo siempre está a la orden de las nobles causas.
Ahora más que nunca el campo es la solución, unidos todos por la Paz, la Convivencia, el Respeto y la prosperidad de nuestro país……