Los docentes incorporados a la Coalición Sindical del Magisterio, del que forman parte varias organizaciones gremiales, se mantienen en pie de lucha para reclamar los beneficios que les corresponden.
Este martes, un grupo de ellos se concentró frente al edificio del Ipasme para ratificar sus peticiones.
Javier Ramírez, Luis Arroyo, Manuel Galíndez, Clementina Escalona, refirieron que con la firma de la contratación colectiva hace más de cuatro meses, en octubre, se aprobó un aumento del 17% en los sueldos, pero hasta ahora el mismo no se ha hecho efectivo.
Dijeron que el Gobierno tampoco ha cumplido con otras cláusulas, diferencial de los aguinaldos y la reconversión del 17% sobre el 50% obtenido en agosto.
Ramírez, por su parte, se refirió a la situación de los docentes jubilados y la necesidad de que, como a los activos, se les cancele el bono de alimentación para poder sobrevivir con lo que devengan en la actualidad.
Durante la reunión de este martes también exteriorizaron su preocupación por el estado de abandono en que se encuentra el Ipasme y sus instalaciones.
“El Ipasme es actualmente un simple cascarón vacío, sin nada adentro”, afirmó Galíndez con el apoyo de sus colegas.
Los docentes no cuentan allí con médicos especialistas porque los que había están jubilados y no han sido sustituidos y la mayoría de los equipos se encuentran inservibles por el tiempo en uso, y algunos que se están perdiendo por no haber sido instalados.
Los ascensores tampoco funcionan y de los 400 trabajadores del organismo apenas acuden dos, amparados en el desorden administrativo imperante en la institución de la que dependen los educadores a quienes les descuentan religiosamente sus cuotas.
“El régimen tiene secuestrado el Ipasme que no presta ninguna ayuda a los docentes porque hasta los créditos para casas o vehículos los desaparecieron”, efatizó Galíndez.
Anunció para el próximo miércoles 22 una concentración de educadores frente al edificio Buría para exigir de la profesora Mirna Víes explicaciones a sus planteamientos.