El derramamiento de sangre marcó negativamente el segundo fin de semana del mes de febrero. Entre la tarde del viernes y la noche del domingo, se cometieron 13 crímenes, distribuidos en cuatro municipios del estado Lara, teniendo a Iribarren como la jurisdicción más violenta tras los nueve homicidios que albergó.
Entre los sucesos más resaltantes destacó el triple asesinato que se cometió en el barrio La Lucha, al suroeste de Barquisimeto, en plena mañana del día sábado.
Las víctimas tenían entre 18 y 21 años de edad y, según la versión de habitantes del sector, los tres muchachos caminaban cerca de la parada de rapiditos que está en la avenida principal de la localidad, cuando fueron interceptados por unos sujetos que, sin mediar palabra, descargaron sus pistolas -calibre 38 y 9 milímetros- en sus cuerpos.
Wilson Hernández Espinoza (18) y Oswaldo de Jesús Vera Atencio (21), cayeron malheridos y fueron trasladados al ambulatorio de La Carucieña; sin embargo, dejaron de respirar antes de su ingreso.
La tercera víctima fatal, llamada Luis Enrique Suárez, se derrumbó con unas cuadras de separación, puesto que habría podido correr durante el ataque. Sobre el pavimento de la calle 4 entre carreras 12 y 13 del sector Colinas de La Lucha quedó el cadáver, sangre corriendo y los casquillos de bala.
De este último joven se conoció que había estado tras las rejas meses atrás, pero fue puesto en libertad bajo una medida cautelar de presentación otorgada por los tribunales larense. Por fallar a la misma estaba siendo solicitado por la justicia.
Por ahora, se maneja el ajuste de cuentas como móvil del triple asesinato; sin embargo, las autoridades investigan a fondo el caso para determinar a ciencia cierta lo que motivó el hecho sangriento.
Se resistió al robo
El oeste albergó la mayoría de los hechos violentos ocurridos en Iribarren durante el fin de semana. Seguidamente figura el norte con tres muertes violentas.
Por su parte, en pleno este de la ciudad fue arrebatada la vida de Benny Josnell Sira Malvacías, un hombre de 33 años de edad que fue a comer en la “calle del hambre” de la avenida Libertador y fue abordado por un hombre que intentó quitarle su camioneta bajo amenaza de muerte.
Tras negarse a entregar su Terios y ejecutar una maniobra para intentar sortear el robo, Sira Malvacías terminó herido mortalmente.
Su esposa estaba con él en el sitio, aunque estaba haciendo el pedido en uno de los trailers mientras el hoy occiso aguardaba en el automóvil.
Aunque los dolientes de Sira Malvacías se mostraron herméticos sobre lo suscitado, se conoció que el hoy fenecido era trabajador de Cervecería Polar. Asimismo, se supo que residía en el barrio San Benito y tras su partida quedan sin padre dos menores de edad.
Al menos 11 personas han resultado heridas por arma de fuego en esta “calle del hambre” desde el 2015 hasta entonces. Cuatro han sido asesinadas.
Diez por arma de fuego
De las 13 muertes sangrientas del viernes, sábado y domingo, tres de ellas se perpetraron con arma blanca.
Un adolescente sin identificar, de piel morena, aproximadamente 1.40 metros y aparentemente de entre 12 y 13 años de edad fue encontrado sin vida, la mañana dominical, en una quebrada de la carretera vieja a Carora, específicamente en el desolado sector Los Yabos del municipio Jiménez, estado Lara.
El chamo fue dejado completamente desnudo y presentó unas heridas que aparentaban fueron provocadas por una descarga de escopeta, aunque luego se confirmó que eran de un objeto punzo penetrante.
En la capital del municipio Simón Planas se perpetraron los otros dos homicidios con armas blancas.
Una de las víctimas se llamaba Pastor Eduardo Martínez Querales, tenía 22 años y, según sus familiares, sufrió una puñalada en el área abdominal izquierda durante una riña que se suscitó en una tasca, ubicada en el sector El Milagro de Sarare, en la que compartía con unos amigos.
Tras su partida quedan sin padre tres pequeños. Pastor, contaron, trabajaba como obrero en un conuco de su padre y vivía en la calle Salón con avenida Libertador.
Dos menores de edad entre las víctimas fatales
Ninguna de las vidas que se llevó la violencia durante el fin de semana alcanzaba los 34 años . Dos de los individuos aún eran menores de edad y todos del sexo masculino.
Por al menos 18 horas estuvo luchando por su vida un adolescente de 15 años que resultó herido en El Trompillo, al norte de la ciudad crepuscular durante la tarde del domingo.
El muchacho falleció en el Hospital Central Antonio María Pineda a las 8:00 de la mañana del lunes, debido a las complicaciones que presentó por el balazo que recibió en el tórax.
Apareció una mujer estrangulada
Una mujer morena, de cabello castaño, estatura promedio y de aproximadamente unos 30 o 40 años de edad apareció muerta en la carretera Centroccidental, a poca distancia del distribuidor Sabaneta, ayer en la mañana.
El cuerpo tenía señales de estrangulamiento y ningún impacto de bala. Para cuando fue encontrada la mujer estaba vestida con un pantalón negro y una blusa verde.
Hasta la noche, ninguna persona había acudido a reconocer el cadáver en la morgue del Hospital Central Antonio María Pineda. En la tarde, otros dos cadáveres sin documentos de identidad fueron recibidos en la morgue. Uno fue localizado en Villa Rosa, en la entrada de la quebrada Las Marías con varias perforaciones de bala en el cuello y en el tórax. Era moreno, de cabello negro corto y llevaba puesto un pantalón negro y una franelilla azul con blanco.
Al otro occiso lo balearon en La Carucieña. Lo diferenciaba un tatuaje con la letra efe en la mano izquierda.
