En todo el 2016 la Universidad Pedagógica Experimental Libertador Instituto Pedagógica de Barquisimeto (UPEL-IPB) no contó ni un solo día con el servicio de comedor, esto debido a que desde julio del 2015 la empresa que prestaba dicha función presentó la renuncia, pues el precio que para aquel entonces se ofertaba (113 bolívares) resultaba insuficiente para continuar con sus labores.
A pesar de las propuestas por parte del Ministerio de Educación Universitaria, a través del viceministro para esa época, Jehyson Guzmán, fue imposible conseguir otra concesionaria que permitiera surtir las 2.250 bandejas diarias que se ameritan en la institución, así lo explicó María Eugenia Rivera, jefa de la unidad de desarrollo y bienestar estudiantil.
“Varios visitaron la universidad, pero al ver que solo eran 113 bolívares lo que se ofrecía por bandeja entonces ninguna aceptaba”.
Esta historia ha continuado, pues en el 2016 se realizaron cuatro licitaciones, cuando la oferta era de 1.080 bolívares para el complemento. El denominado proteico debía enviarlo el Ministerio. Una empresa aceptó, pero no cumplía con la calificación mínima planteada en la Ley de Contrataciones Públicas.
En varias oportunidades los estudiantes se han pronunciado en rechazo de la situación, no obstante Rivera destacó que no se trata de un proceso fácil. “No podemos tomar cualquier empresa y contratarla, de ser así ya se tendría comedor”, indicó.
Consideró que la ley está prácticamente “blindada” y esto impide que se firme contrato con aquellas empresas que no cuenten con la calificación mínima.
Asimismo, otra de las críticas planteadas por los universitarios es que la UPEL cuenta con el dinero para el pago del servicio, y ciertamente, en el 2016 se recibieron 33.842.780 bolívares para cancelar las bandejas del comedor durante todo el año a razón de 113 bolívares cada una. Para este 2017 también se cancelaron 12 días hábiles del mes de enero, lo cual ascendió a un monto de 29.160.000 bolívares (a un costo de 1.080 bolívares por bandeja).
A pesar de tratarse de más de 63 millones de bolívares lo que se ha acumulado por concepto de comedor, tal cifra hoy en día alcanzaría para apenas 25 días de funcionamiento de dicho servicio.
Se espera que para la próxima semana se vuelva a abrir otro proceso de licitación, con el fin de obtener alguna propuesta que resulte óptima para la casa de estudio y permita ofrecer tan valiosa providencia, pues la falta de la misma incluso ha generado que los universitarios, especialmente de áreas foráneas, abandonen sus carreras, debido a que no cuentan con los recursos para pagar diariamente un plato de comida.
Haciendo lo posible
Por otra parte, la UPEL se ha encargado de rescatar otros aspectos, como lo es el servicio de transporte, otro de los más demandados y que desde hace tiempo contaba con notables deficiencias, pues solo se tenía un bus en funcionamiento.
Uniendo esfuerzos, desde hace siete meses el departamento de seguridad y transporte, bajo el mando de Jhonny Antiche, se ha dedicado a la recuperación de ocho unidades lo que ha permitido ampliar las rutas y beneficiar a un mayor número de estudiantes.
“Hemos aminorado los costos haciendo nosotros mismos el mantenimiento dentro de la universidad y nos ahorramos la mano de obra”, destacó Antiche quien aceptó que ciertamente aún falta trabajo por hacer, sin embargo es necesario contar con el apoyo de organismos que puedan obtener los repuestos a precios regulados.
Hasta los momentos no han tenido la ayuda del presidente de Transbarca, Nelson Torcate, quien habría ofrecido dotar con cauchos, baterías y aceite a las unidades.
Por último, mencionó que en el aspecto de seguridad se amerita un mayor número de vigilantes, pues la UPEL resulta un blanco fácil debido a su ubicación, además de sus amplios terrenos que son resguardados por apenas nueve funcionarios en la sede del oeste y cuatro en el este.