Para recordar: “…que cada uno de vosotros dice: Yo soy de Pablo; y yo de Apolos; y yo de Cefas; y yo de Cristo” (1ª Corintos 1:12).
Hay un dicho que dice: “Nadie puede decir de esta agua no beberé”.En ese sentido, el gobierno anterior y actual ha criticado a los partidos que usaron el carnet para beneficiar a sus militantes.Y con el “Carnet de la Patria”, cayeron en la misma.
Hace casi un año, numerosísimos simpatizantes del PSUV se opusieron en doce puntos para aceptar un carnet y solo tomaremos algunos de ellos: 1) El chavista de corazón no necesita ningún carnet para demostrar su condición política… 2) En la Cuarta República las experiencias de carnetización fueron focos de corrupción, vicios y dieron origen al llamado “chapeo”… 3) (Políticos e instituciones) pudieran exigir (el carnet) para entregar bienes o servicios y poder acceder a puestos de trabajo, a cupos en instituciones educativas,etcétera. 4) Carnetizar a millones es muy costoso… ¡Mucho cuidado con aquellas personas que puedan estar sugiriéndole al alto gobierno costosísimos procesos de carnetización, con el fin de ganar contratos o comisiones! (https://www.aporrea.org/actualidad/a224504.html 13/03/16).
A la larga, la concepción del carnet pudiera ser: Una cortina más para entretener; para desviar la atención; ganar tiempo; oscurecer los problemas que tiene el país. En tal sentido, el Ministro para las Comunas, Aristóbulo Isturiz dijo: “El instrumento ya ha arrojado datos que muestran cuáles son las principales necesidades que presenta la población, para poder direccionar las políticas sociales de forma equitativa” (http://www.ultimasnoticias.com.ve 31/01/17).
Según estas palabras, nos preguntamos: ¿En diecisiete (17) años, todavía no saben cuáles son las necesidades de Venezuela? ¿Equitativos? ¡Ya te aviso!Si todos tenemos el mejor y más importante carnet: La cédula de identidad. Y presuntamente preguntaron, para poder sacar el carnet: ¿A qué partido perteneces? ¿Qué misión has usado?
Es cierto, los carnets sirven para identificar:Una compañía, estudiante y otros, pero acá se ve a las claras que tienen la intención de darle algún beneficio a unos si (los que lo sacaron) y a otros no (los que no pudieron o no quisieron).Esto lo que hizo, una vez más, fue colocar a las personas de un lado o del otro.
El apóstol Pablo sufrió un problema parecido a la recién carnetización. Ya que los nuevos cristianos se estaban dividiendo y se colocaban del lado de quien los sumergía en el agua, en lugar de seguir a Cristo.
Por ello preguntó: “que cada uno de vosotros dice: Yo soy de Pablo; y yo de Apolos; y yo de Cefas; y yo de Cristo” (texto inicial). ¿Acaso está dividido Cristo? ¿Fue crucificado Pablo por vosotros? ¿O fuisteis bautizados en el nombre de Pablo?
Doy gracias a Dios de que a ninguno de vosotros he bautizado, sino a Crispo y a Gayo,
para que ninguno diga que fuisteis bautizados en mi nombre” (1ª Corintios 1:13-15).
Es evidente, que esto del carnet, en cualquier época, lo que ha hecho es sectorizar, manipular, identificar, clasificar, dividir a una población o un país.
El ejemplo del carnet,es un alerta para que los cristianos no andemos divididos por diferencias doctrinarias. Cristo no quiere separación. Por ello, aceptemos su invitación a unirnos en la predicación de su hermoso evangelio, especialmente el de su pronta Venida.
Eduardo Iván González González
www.ventanabiertalmundo.com