De verdad cansa oír tantos disparates al gobierno. No sabemos si es por ignorancia, temor a perder el poder o la costumbre de mentir y salir del paso con inventos, triquiñuelas y entrampar al adversario. Pueden ser todas esas cosas. Afortunadamente todo el país los conoce y el mundo entero también, ya nadie le hace caso a los disparates gubernamentales. Ahí están, se ven, se oyen, molestan, pero parece que nos acostumbramos a vivir con ese estorbo. Esta actitud es grave también, es como decir, fastidian pero no importa. Todo gobierno lo preside una persona a quien llamamos primer magistrado de la república, es decir, el más importante de los maestros, su vida debe ser testimonio a seguir y sus enseñanzas deben ser ejemplo para toda la sociedad venezolana. Entonces duele, por nuestros jóvenes y niños, observar las conductas de los personeros del gobierno.Mienten, tergiversan, manipulan y esconden la verdad sin pena alguna.
El señor Maduro ha venido utilizando con frecuencia la expresión autodisuelta, para referirse a la Asamblea Nacional que ahora le es contraria. Según él, la Asamblea Nacional es inconstitucional por no obedecerle y no serle sumisa. Es ilegal ha dicho. Como si él fuera la ley. Según su sabio criterio, todo el que lo contraría se autodisuelve. Lo mismo ha dicho de la MUD. Se autodisolvió la MUD dijo. Salvo una parte de ella (según Maduro) que le es fiel a su régimen y desea continuar con la opereta bufa del diálogo. En realidad he observado que todo lo que le es incómodo a su gobierno, lo califica de autoliquidado. También está el caso de la constructora brasileña Odebrecht, cuyos dueños y directores están acusados de inmensos actos de corrupción, salpicando a funcionarios de este gobierno venezolano. Maduro, como saliéndose del asunto, habla de autoliquidación de Odebrecht, como si eso fuera explicación suficiente para eximir al gobierno de responsabilidad. En fin, creo que lo calificado por el régimen como autoliquidado, está más vivo que antes. Lo único camino a la autoliquidación es el régimen, cuyas explicaciones y excusas ya no convencen, al contrario, producen ira y una verdadera sensación de vergüenza.
Maduro vuelve con el tema del diálogo. Repito lo comentado alguna vez. A este régimen no le interesa diálogo con la oposición sino para ganar tiempo y buscar como quedarse en el poder. No hay sinceridad en el planteamiento del diálogo. El papa Francisco ha sido parte de buena fe pues quiere contribuir a la paz y la reconciliación de los venezolanos. He oído cosas tan absurdas como que el Papa es comunista o socialista, a pesar de haber suficiente testimonio, desde antes de su pontificado, de su posición absolutamente contraria al socialismo. El Papa sólo puede colaborar con la paz y sólo busca la reconciliación en cualquier país del mundo, esa es su misión. Al diálogo lo “autoliquidó” Maduro. Mientras la Asamblea Nacionales constitucional, legal, legítima y democrática, al régimen de Maduro le falta todo eso.
