El papa Francisco expresó el sábado su preocupación por lo que calificó de «hemorragia» de sacerdotes y monjas en la Iglesia católica.
Dijo a los participantes de una reunión en el Vaticano sobre la vida religiosa que la pérdida de miembros del clero está debilitando a la Iglesia.
El primero de los factores que el pontífice citó como la causa de que monjas y sacerdotes renuncien a sus vocaciones es una sociedad que desalienta los compromisos de por vida.
Francisco lamentó que muchas personas lleven sus vidas basándose en elecciones «a la carta».
Durante décadas, la Iglesia católica ha experimentado un declive en el número de sacerdotes y monjas en muchos países desarrollados.