“No existe la oscuridad, es solo falta de luz”, “no existe el frío, es falta de calor” y “no existe el mal, es falta de Dios”.
Algunos atribuyen estas frases al físico Albert Einstein, otros lo dudan. La oscuridad no se puede medir y si se mide es por las ondas de la luz blanca que sí son medibles. No hay que prender nada, la luz siempre está. A menos que se diga: conecten la energía eléctrica y la luz artificial aparezca. Pero si se interrumpe la energía no hay luz. ¡Prendan las velas! y habrá luz, porque el calor emite luz y por esto nosotros emitimos luz que no es visible al ojo humano, pero sí a los rayos infrarrojos. “La oscuridad es la luz que no ves” y que muchos residentes de este país desean ver esa luz y salir de esta tiniebla, para no caer en el abismo del agujero negro. Irradien su luz interior y de seguro alguien la verá. Prender la mecha en el 2017 sería un desastre.
Se ha escrito que Dios es la luz y si vamos a la física, en el sistema solar el Sol da la luz a la nuestro planeta, pero a veces no la vemos y aparece la oscuridad, hasta que de nuevo vemos la luz cada mañana en nuestro despertar al completar la rotación de nuestro planeta sobre su eje. Le pregunto a los físicos, creyentes y no creyentes: Si Dios es la luz, el Sol transmite luz, hay muchos soles en el universo y la física lo ha demostrado, ¿la física es Dios? Lectores, no intenten responder esta pregunta y menos los que son fanáticos, ideólogos o ignorantes en las materia de la ciencia. Dejen esto a los físicos, científicos y teólogos. Lo demás es cuestión de fe.
“Gracias, Dios que me has dejado amanecer con bien, ver la luz del día presente, que sea señor para tu santo servicio, provecho de mi alma, Amen”.
Si la frase ”prendan la luz” da paz y sirve para estimular e iluminar el cerebro de los ciudadanos de un país y que a través del nervio óptico, retina, captan el estímulo luminoso y lo envía al centro del cerebro y despierta del letargo, apatía de un pueblo manso ante la incertidumbre, caos y crisis, habrá cumplido su cometido no solo en época de Navidad, sino en todo lo que viene.
En el 2017 van a tener que “prender” las alarmas los “fiscales”, diputados, gobernantes, la justicia para investigar a algunos políticos, constructores, mafiosos o corruptos que pueden evadir el control en la investigación de los posibles sobornos de la empresa brasileña Odrebecht en toda Latinoamérica, desde México hasta la Argentina. Son unos 98 millones de dólares en sobornos en Venezuela, la lista debe ser larga pues hay obras en todos estos países que deben estar sumergidas en hechos de corrupción y posiblemente ya muchos de los culpables están prendiendo los motores de la huida, escape, salida a otros países cómplices o a la isla de la felicidad más cercana.
Corruptos prendan los motores de la “huida”, pues la justicia les llegará más temprano que tarde.
“Linterna Verde”, pon el foco en Venezuela con los bandidos y malvados que están en los poderes, ya sabemos de sus trampas de última hora.
A propósito de esto de la Obredecht van a temblar muchos, espero que no sea por posibles fenómenos físicos como sismos, pues específicamente en 2017 en Venezuela se van a cumplir 50 años del terremoto de Caracas, 20 años del de Cariaco y 60 del de Sucre. De todas maneras aunque Dios nos cuide, debemos prepararnos para cualquier desastre y obtener los conocimientos básicos en Primeros Auxilios para ayudar al prójimo, así como pedir socorro a nuestros vecinos del continente o al Imperio. No creo que el catire Trump nos ayude mucho a menos que le convenga sacar partida de la situación a él o a sus amigos millonarios.
Dios, de corazón ilumina a todos estos pueblos para luchar contra los corruptos y en especial a Venezuela. Ilumina nuestro camino y dale la energía interior a nuestro cuerpo para que genere el calor necesario para mantener prendida la llama de la libertad y seguir luchando por los oprimidos, abandonados y hambrientos.
La esperanza de un mundo mejor, siempre estará en tu energía universal.
El infinito interior es mi alma y el infinito exterior eres tú. Hasta el infinito y más allá.