Una extensión del Sistema Marginal de Divisas (Simadi). La activación de operaciones de casas de cambio de Italcambio, en los estados Táchira y Zulia, para la venta de pesos por bolívares, según medidas del Gobierno, es un retroceso más en materia cambiaria para Venezuela, el cual continúa sin plegarse a la dinámica del mercado de la oferta y la demanda de divisas. Se siguen atribuyendo las fallas a una “guerra económica” y a actores internacionales, los cuales se plantea combatir debilitando el dólar de frontera. Se retiraron los billetes de Bs. 100 de circulación y se activó el sistema de ocho casas de cambio, a las cuales podrían sumarse otras veinte; sin embargo, la propuesta no garantiza éxito. El problema radica en el desequilibrio monetario, fiscal y cambiario de Venezuela, y no sólo en el intercambio de la zona limítrofe colombo-venezolana. La respuesta está en el mercado interno.
Dicho planteamiento fue expuesto por el analista financiero y exjefe de la Unidad de Análisis de Riesgo Cambiario del Banco Central de Venezuela (BCV), Orlando Zamora, quien sostiene que la medida no incidirá en la tasa paralela ni revalorizará el bolívar.
-La idea es ampliar el número de casas de cambio, con una extraña combinación con un número similar de bombas de gasolina que recibirán pesos por gasolina. Lo que se piensa es que el mercado funcionará con esos pesos. Incluso se habla de bolsas del CLAP (Comité Local de Abastecimiento y Producción) vendidas a pesos, lo cual suena fuera de la realidad.
Estos recursos serían igualmente insuficientes para atender la demanda.
El cambio en la frontera
Zamora advirtió que el tipo de cambio en frontera es una tasa irregular que deriva de la ausencia de políticas cambiarias claras. Lo definió como “un accidente” que surgió de la relación del dinero (bolívares) circulante en frontera y la ausencia de divisas en el país, el cual marca los precios de la mayoría de sectores venezolanos. “Estamos en una difícil situación, porque la mayoría de bienes y transacciones se guían por este valor irregular”, exclamó.
El mercado en frontera no lo forman las casas de cambio, de número limitado y restricciones como la tasa de permuta y el tope de la transacción. El mercado lo establecen miles de ciudadanos, operadores cambiarios, algunos autorizados por las autoridades monetarias y otros no. Se calcula que del lado colombiano sean aproximadamente 500, segmento que incluye personas jurídicas, empresas y otros.
No obstante, Zamora puntualizó que la mayoría de las transacciones a dólar paralelo no se producen en frontera, sino en todo el territorio nacional.
Recordó que según declaraciones del mismo Gobierno nacional, el 80 % de las importaciones de Venezuela las realiza el sector privado, pero es la tasa de frontera la que marca los precios, lo que genera la hiperinflación actual.
No se revaloriza el bolívar
Zamora acotó que el bolívar registra una depreciación generada por la impresión de cerca de Bs. 300 mil millones mensuales, lo que aumentó la liquidez monetaria a más de Bs. 10.4 billones. Se trata de dinero sin respaldo en reservas internacionales ni producción.
“Si hay una pérdida de valor, difícilmente podría revalorizarse la moneda nacional frente al peso”, comentó el analista, quien citó que la tasa de cambio dispuesta a través de Italcambio es de pesos/Bs 4 .
Vale destacar que en el mercado informal de cambio de bolívares por pesos colombianos, la relación era de uno a uno, misma que fue y es empleada en frontera para adquirir alimentos, medicinas y repuesto, como mecanismo de subsistencia, debido a la mermada oferta venezolana.
Agregó que el BCV, en la práctica, financia el gasto público, los CLAP y Petróleos de Venezuela (PDVSA), industria que no cuenta con capacidad para seguir aportando recursos en divisas al país, lo que debilita la economía venezolana, contrario a lo que ocurre en Colombia.
Beneficio implícito a Bs./$750
En opinión del analista, la medida beneficiará a un reducido grupo de personas, allegadas a las casas de cambio y vinculadas con el sector, quienes podrán adquirir dólares a un tipo de cambio impolítico promedio de Bs/$. 750
Explicó que la tasa pesos/Bs. 4, se pueden adquirir con Bs. 100 mil, 400 mil pesos, que divididos entre 300 (valor del dólar en pesos colombianos), se obtendrían $133, que calcularían Bs/$ 750.
En este sentido, comentó que con la medida, lejos de reequilibrar las paridades, se propicia que un grupo de personas obtenga dólares a una tasa distinta a las dos oficiales existentes y hasta cinco veces menor a la paralela. Por tanto, argumentó que el mecanismo estimula la corrupción.
Subrayó que el “desorden” continúa, puesto que se genera una cuarta tasa de cambio.
Continúa la arbitrariedad
Zamora criticó que la tasa de cambio sea arbitraria y que carezca de asidero técnico. Cuestionó que la tasa no sea calculada con base en la dinámica de la oferta y la demanda.
En la práctica se trata de un subsidio indirecto que otorgará el Estado. Sin embargo, se cuestiona si las casas podrán atender la gran afluencia de ciudadanos en busca de pesos, ya que debido a disparidad de la tasa, los colombianos podrían negarse a ingresar pesos a Venezuela.
Lo cierto es que tanto el BCV, como Italcambio y la casa de cambio en Colombia, cobran comisiones, que dependiendo del monto transado, pueden sumar hasta Bs. 96.000.
La operaria elegida: Italcambio
Al consultarle a Zamora, por qué activar el proceso únicamente con Italcambio, mientras que en frontera operaban, previo al Decreto de Emergencia Económica, 17 casas de cambio, indicó que la política cambiaria “pulverizó” dichas organizaciones, siendo la operaria elegida la más “sólida y poderosa” en la historia, aún vigente y con más sucursales en el territorio nacional.
“Son conocedores, cuentan con recursos y juegan un rol importante en la economía. Se enfocan en Dólar Today como el enemigo… Hay intereses en juego”, indicó el exjefe del BCV, quien acotó que Italcambio llegó a manejar el 70 % de las transacciones de casas de cambio del país.
Zonas seleccionadas
El tipo de cambio bolívares/pesos es propio de la frontera, no ocurre en Bogotá, capital colombiana, ni en Caracas. Sin embargo, al transarse las monedas se evidencia la precaria situación de Venezuela.
Al consultarle a Zamora, por qué no aplicar medidas similares en la frontera con Brasil, aludió que el límite colombo-venezolano es uno de los más activos de América del sur y es de gran importancia. La actividad económica es intensa y por eso, a pesar de la situación venezolana, se ha logrado mantener un mercado.
Agregó que la divisoria con Colombia es objeto de un fenómeno geopolítico y que ha sido parte de conflictos entre gobiernos. La frontera con Brasil, por el contrario, es más accidentada y, por tanto, de menor el movimiento, sumado a que los cariocas, poco manejan el bolívar.
Colombia se cansa
A juicio de Zamora, la nación colombiana “pareciera cansarse de la situación” y “como nación soberana puede reclamar respeto”, ya que al impedir transacciones se falta a múltiples derechos. Para Colombia son más los efectos negativos.
La propuesta venezolana desfavorece la moneda colombiana y se suma a medidas tomadas desde el vecino país, como el cierre de frontera y otras tantas.
Al respecto fue consultado Julio Portillo, analista internacional, quien subrayó que la medida del Gobierno venezolano “tiene un trasfondo político y económico que debe ser esclarecido”.
Agregó que el Gobierno colombiano ha manejado el tema de manera “sui géneris” (fuera de lo común). “No sería de descartar que el gobierno de Santos (Juan Manuel), estuviera complaciendo a las FARC (Fuerza Armada Revolucionaria de Colombia) o a ELN (Ejército de Liberación Nacional), de alguna manera, con este silencio”.
Recalcó que los colombianos se han visto perjudicados por las medidas tomadas por el Gobierno de Venezuela, como cuando estos no pudieron pasar al vecino país a cambiar los billetes de Bs. 100, lo que afectó incluso transacciones legales.
En su opinión, la Asamblea Nacional (AN) y el propio parlamento colombiano, deben investigar el tema. De lo contrario, “el silencio los haría cómplices de acuerdos encubiertos”.
Variadas discreciones burocráticas y limitantes
Sólo pueden realizar el canje venezolanos naturales que estén inscritos como usuarios de www.italcambio.com y que soliciten su cita. Deben presentar cédula de identidad, recibo de servicio público con dirección de residencia y nombre del cliente, así como última declaración de Impuesto Sobre la Renta (ISLR).
Estos requisitos excluyen entonces a ciudadanos que devengan salario mínimo, cuyo monto anual no coincide con los montos establecidos para la declaración del impuesto, y a quienes no cuenten con servicios registrados a su nombre, es decir, personas que vivan bajo la figura de arrendamiento habitacional. Las limitantes “burocráticas” alejan a potenciales compradores.
También exceptúan a empresarios y comerciantes, visto que son estos los actores responsables del “sabotaje económico”, según apreciación del Gobierno. Pero “es muy ingenuo atreverse a pensar que a través de personas naturales se logrará presionar hacia la baja y establecerá un equilibrio”.
Acotó que debido a la limitada cantidad de pesos a transar, será poco su alcance e impacto. La medida, señaló, carece de fundamento teórico y parece ser de tipo político.
El equipo reporteril de EL IMPULSO, intentó ingresar al portal web de Italcambio y conocer el proceso de solicitud de citas. Sin embargo, la plataforma estuvo caída o no cargó la pantalla de registro durante los tres días de intentos. Esta versión coincide con la denuncia de ciudadanos que han declarado imposibilidad para hacer la cita, bien sea por el recibimiento de dos claves digitales de registro o por la aparente inoperatividad de la plataforma.
Quienes han logrado ingresar, comentan que la cita es otorgada para días muy próximos y expira a las pocas horas de activación.
