El secretario político de Un Nuevo Tiempo (UNT), Alexis Lattuf, informó que a propósito de la conmemoración del 23 de enero de 1958, el próximo lunes a las 9:00 de la mañana se efectuará una concentración en la residencia de monseñor Antonio José López Castillo, situada en la avenida Los Abogados, para luego marchar hasta la sede regional del Consejo Nacional Electoral (CNE) en la urbanización del Este.
Lattuf, abogado de la arquidiócesis, apuntó que quienes descalifican a monseñor por su sermón no tienen siquiera un criterio bien formado acerca de lo que significa la Iglesia Católica, sobre todo cuando representantes de la misma auparon una mesa de diálogo a fin de que se procuraran soluciones para el país.
-Es evidente que no tienen piedad y de una manera desconsiderada lanzaron improperios a una persona que representa a Dios, que realmente dijo la verdad el pasado 14 de enero.
El integrante de la MUD-Lara señaló que momentos antes del discurso de monseñor, un general de la ZODI, de apellido Torrealba, lo persuadió para que no abordara temas políticos durante la homilía, sin embargo, el arzobispo no se intimidó y le dijo al pueblo lo que consideró pertinente.
-Hoy en día los militares intervienen en la política y tienen derecho al voto, algo que en el pasado no ocurría. Los sacerdotes nunca han tenido prohibición para referirse a esos temas.
-¿Cree que monseñor politizó la homilía?
-No, en todas las homilías de la Iglesia Católica que se realizan los domingos algo se dice en contra del gobierno porque el régimen ha atacado a la Iglesia en todo momento. Simplemente ha sido un mecanismo de defensa. El gobierno sì puede atacar a la Iglesia pero esta no puede pensar distinto y expresarse.
Gesta valiente
Lattuf mencionó que la marcha también tiene como objetivo recordar la gesta valiente de los propulsores del derrocamiento de la dictadura de Marcos Pérez Jiménez en cuya fecha se reinstitucionaliza la democracia en Venezuela.
-En el país está instaurada una dictadura que ha dado al traste con esa conquista, violentando la separación de poderes y el Estado de Derecho, lo cual se traduce en estos momentos en un desconocimiento total de la Asamblea Nacional, que es el único poder debidamente legitimado.