El mandatario electo de Estados Unidos, Donald Trump, llegó este jueves a Washington, donde dará inicio a una serie de actos que culminarán el viernes con su investidura como 45º presidente ante las escalinatas del Capitolio.
El avión de la Fuerza Aérea estadounidense que transportaba a Trump, sus familiares y allegados, aterrizó en la base aérea Andrews, en las afueras de Washington, alrededor del mediodía local (17H00 GMT).
«Este viaje comienza y voy a trabajar y luchar muy duro para que esto sea un gran viaje también para los estadounidenses. No tengo dudas de que juntos devolveremos la grandeza a Estados Unidos», había escrito Trump en Twitter antes de dejar su residencia en Nueva York.
El hombre de negocios dejó de lado su Boeing particular en el aeropuerto de La Guardia y se trasladó a Washington en un avión de la flota presidencial. Tras la partida del mandatario saliente Barack Obama, se convertirá en el pasajero exclusivo del Air Force One.
A las 15H30 locales (20H30 GMT) Trump tiene previsto depositar una ofrenda floral en el Cementerio Nacional de Arlington y hablará luego al otro lado del río Potomac, en el Lincoln Memorial, donde habrá conciertos de música country y fuegos artificiales.
La ceremonia de juramento, al aire libre en el Capitolio, empezará al mediodía (17H00 GMT) del viernes, según fecha y hora establecidas en la Constitución, y será transmitida en televisión a todo el planeta, en un día en el que se esperan lluvias.
Gabinete ya completo
El presidente electo llegó a la capital con su gabinete completo, ya que este jueves escogió a Sonny Perdue, exgobernador del estado de Georgia, como secretario de Agricultura.
Así, el primer nivel del gobierno está completo, aunque todos ellos aún deberán ser confirmados por el Senado después de audiencias que comenzaron la semana pasada.
En total, se trata de 15 integrantes del gabinete y siete otros cargos que poseen rango equivalente. En el grupo escogido por Trump hay solo cuatro mujeres, un negro y ningún hispano.
Fuentes próximas al presidente electo filtraron a la prensa en la noche del miércoles que aún estaba dando los retoques finales a su discurso de investidura.
Trump habría consultado con algunos historiadores y en compañía de asesores ha analizado los discursos de otros presidentes.
«Pero será un texto de Trump. Él lo está escribiendo, él lo edita y él lo corrige», dijo Sean Spicer, quien será vocero de la Casa Blanca.
«No será un programa detallado sino más bien un documento filosófico, de su visión del futuro del país, del papel del gobierno y del papel de los ciudadanos», explicó Spicer.
El discurso del presidente deberá extenderse por unos 20 minutos, estimó.
Multitudes en la capital
Cientos de miles de ciudadanos, entre partidarios y opositores al nuevo mandatario, comenzaron a llegar a la capital para participar en este ritual democrático en el cual participarán numerosos dirigentes políticos del país y tres expresidentes.
Jimmy Carter, George W. Bush y Bill Clinton confirmaron su presencia. Este último estará acompañado por su esposa, Hillary Clinton, derrotada por Trump en las últimas elecciones.
El presidente George H.W. Bush no participará ya que se encuentra hospitalizado.
Trump «tiene verdadera prisa de llegar a la Casa Blanca y de ponerse a trabajar para los estadounidenses», dijo el miércoles su vicepresidente, el conservador Mike Pence, de 57 años.
Sin experiencia política ni militar, Trump fue elegido, de cierta manera, gracias a sus modales brutalmente directos: sus electores, surgidos de las clases populares, lo catapultaron a la presidencia para dar vuelta la página de la era Obama y alterar profundamente el statu quo político.
El magnate prometió ponerse manos a la obra muy rápidamente.
Luego de despedirse de Obama, el republicano prevé estampar su firma en cuatro o cinco decretos ya el mismo viernes, y en muchos otros, más importantes, a partir del lunes, con el fin de desmantelar todo lo posible de la gestión de su predecesor sin esperar al Congreso, en temas como inmigración, medio ambiente, energía, derecho laboral.
Oposición demócrata se organiza
El presidente saliente lanzó el miércoles una suerte de advertencia a su sucesor. Obama, de 55 años, reiteró que no intervendrá regularmente en el juego político pero que no se callará en caso de que juzgue que Trump va más allá de algunas líneas rojas.
La oposición demócrata se está organizando sin el actual presidente.
Un tercio de los legisladores de ese signo boicoteará la ceremonia del viernes y en el Senado los demócratas intentarán dificultar la asunción de varios miembros del gabinete de Trump.
Los republicanos pretendían que el mismo viernes al menos siete integrantes del nuevo gabinete fueran confirmados en sus cargos por el Senado, pero es probable que fracasen en el intento.