Juan Carlos Vizcaya, es un hombre de campo residenciado en el caserío Los Corralitos de Humocaro, en el municipio Morán. Tiene 37 años y no tiene hijos , siempre se acercaba a casa de los primos, en donde le tenía especial cariño a uno de los niños, creían que lo veía como su hijo.
Este hombre poseía una moto y desde que el pequeño tenía diez años comenzó a buscarlo con la excusa que le daría una vuelta, al principio eran largos los tiempos en los que lo buscaba, pero últimamente lo hacia al menos una vez a la semana. Su familia nunca pensó nada mal, pues eran primos, pero notaron que el pequeño de un tiempo para acá estaba un poco retraído, le tenía miedo a la calle, a las personas y cuando veía venir a Vizcaya trataba de ocultarse, por lo que la abuela y la madre decidieron seguirlo un día.
Las salidas en la moto eran una excusa que este hombre usaba para buscar al niño, las vueltas que prometía solían terminar en un terreno baldío en donde el hombre supuestamente abusaba del pequeño.
Fue en el mes de diciembre que la abuela y la madre del pequeño vieron aquella atrocidad cuando ellas llegaron, el niño estaba aparentemente sin ropa, trataron de agarrar al hombre, pero este escapó y fue allí cuando colocaron la denuncia contra el sujeto.
Luego de una gran búsqueda funcionarios de la Policía del estado Lara, lograron aprehenderlo en el caserío Hato Arriba, ubicado en la vía Barbacoa, también del municipio Morán, lugar en donde se encontraba escondido.
Según relató el mismo sujeto, la primera vez que supuestamente abusó del niño tenía 10 años, ese día tuvo que perseguirlo y obligarlo, ya después lo amenazaba con que lo iba a asesinar. Ahora el pequeño tiene 13 años, autoridades presumen que el niño nunca habló por el temor que le infundaba este sujeto.
Vizcaya fue puesto a orden del Ministerio Público y fue privado de libertad, como sitio de reclusión fue asignado el Centro Penitenciario David Viloria, mejor conocido como Uribana, pero aún permanece en calabozos de Polilara.