Cuando hace cerca de un año, por encargo de Hidrolara, una contratista abrió zanjas en la carrera 13 entre 45 y 42 y realizó el cambio de una tubería matriz, el ingeniero Pedro Sánchez, presidente de la hidrológica, declaró que en el contrato de la obra quedó estipulado que la contratista debía dejar transitable el tramo de tres cuadras.
Transcurridos varios meses desde que los trabajos fueron concluidos, evidentemente que los encargados de la obra, por la que se presume cobraron completo, no han cumplido, como pueden constatarlo quienes a diario se ven obligados a transitar con sus vehículos por el sector.
“Esto es un desastre, si Hidrolara tuvo que romper la calle para instalar una tubería, su obligación era tapar las zanjas y echarle asfalto de nuevo y no dejarla en estas condiciones”, expresó el conductor de una buseta mientras trataba de evadir las enormes zanjas.
También se quejan los vecinos, como María Eugenia Santeliz, por el polvo que a diario deben soportar por la falta de asfalto en los canales de rodamiento.
Dijo que, permanentemente, los habitantes del sector, sobre todo los niños, sufren problemas respiratorios por el polvo que ingresa a las casas cuando pasan los vehículos, en especial los que lo hacen a altas velocidades a pesar de los huecos y zanjas.
No descartan en cualquier momento protestar cerrando la vía e impidiendo el paso de automotores pues, afirma, están cansados de tanta indolencia oficial.
Hizo un llamado al presidente de Hidrolara para que llame al botón al responsable de la contratista que instaló la tubería y le haga cumplir el contrato según el cual debía dejar la vía en buen estado, o al menos como estaba antes de que abrieran las zanjas.
Igual posición mantienen conductores de las rutas que deben pasar por ese sector de la carrera 13, algunos obligados a cambiar de vías para evitar daños a sus unidades.