En Venezuela se ha politizado lo que en cualquier país sería más normal: reemplazar un cono monetario -con la familia de billetes que circulan- por otro, el cual responda a las nuevas condiciones económicas de inflación y de exigencia de liquidez.
Así lo expresa el Dr. Orlando Zamora, exjefe de la División de Análisis de Riesgos Cambiarios del Banco Central de Venezuela, al ser entrevistado por EL IMPULSO.
Estamos en presencia del manejo político de un proceso monetario, que debiera merecer mayor respeto. El uso que se le ha dado al billete de cien bolívares es tratar de explicar los enormes problemas que hay de inflación, a través de la intervención internacional de factores extraños.
Evidentemente, lo que ha hecho el gobierno nacional es cambiar una realidad con unas excusas que no tienen ningún soporte.
Es mentira que la existencia de billetes de cien esté en manos de mafias, porque no tiene ninguna explicación financiera. No le daría ninguna garantía de tener esas enormes cantidades de dinero como ha dicho el gobierno con una moneda que pierde valor.
Por otra parte, los falsificadores utilizan cantidades muy limitadas de dinero porque no pueden falsificar cantidades muy grandes.
El gobierno de manera irresponsable a través de reiteradas declaraciones ha tratado de reemplazar 21 mil 100 millones de billetes de cien, dando unos plazos muy cortos, cuando es imposible imprimir 6 mil 100 millones de billetes y reemplazarlos por su valor equivalente. Esto tiene que tener una explicación. Hasta ahora, sensatamente, por las cifras dadas por el Estado ha anunciado que va a incorporar a partir de este lunes 16 de enero, 133 mil millones de bolívares. Si esto es cierto apenas representan el 22 por ciento de los billetes de cien que están siendo retirados.
¿Cuál es la interpretación económica de este hecho?
-El Estado no quiere reemplazar la totalidad de los billetes de cien, que representaba el 80 por ciento del valor que circulaba, porque es la única manera que se tiene de enfrentar la más grave inflación que se ha dado en la historia de Venezuela, que va a superar incluso la del año anterior. El gobierno está tratando de que el dinero que circula sea reemplazado por medios de pagos electrónicos. El sistema que tiene límites diarios, se cayó y congestionó el 4 de diciembre porque se produjeron más de diez millones de operaciones cuando no estaba preparado para transar esa cantidad.
-¿Qué ha venido ocurriendo?
-El gobierno ha aceptado los sistemas de pago. En especial las personas que trabajan con dinero en efectivo, que son los que tienen salario mínimo, los pensionados, los que hacen cola. El Estado está tratando de desestimular a estas personas, para que dosifiquen y el racionamiento económico continúa su avance, que es la única salida que ve el Estado ante su incapacidad de estimular la producción. Estamos en el manejo muy irresponsable de la política monetaria con engaños y actitudes que hace perder la confianza de la población en sus autoridades monetarias y civiles. El presidente dijo que se había detectado en el resto del mundo, 300 mil millones de bolívares en billetes. Eso es algo como 3 mil millones de billetes de cien. Un pequeño cálculo nos dice que esos falsificadores hubiesen necesitado 30 mil millones de dólares para comprar la mitad de los millones de billetes de cien. Estamos en presencia de una mentira. ¿Quien va a comprar billetes de una moneda que está en su peor caída? Ahí está el detalle.