Unas 15 familias del barrio San Antonio, perteneciente a la parroquia Unión, viven en riesgo por el progresivo deterioro de sus fachadas y parte trasera de las viviendas. Están ubicadas en la llamada bajada de San Juan, en la calle 37, que comunica con la avenida Ribereña.
Sus habitantes, todos de escasos recursos económicos, además de enconmedarse a Dios, han solicitado la atención de las autoridades pero no da resultados por ahora. La comunidad San Juan, ubicada frente a ellos, cuenta con un muro de contención construido recientemente.
En el caso de esos vecinos, el Consejo Federal de Gobierno aprobó los recursos y fue hecha la barrera de piedras para impedir que el terreno siguiera cediendo y, por ende, las casas ya no tendrían ningún peligro.
Julio Linárez, vecino, declaró que desean correr con la misma suerte, sólo que el consejo comunal del sector, a su parecer, no trabaja lo suficiente. Contó que en épocas de lluvias cuando la humedad penetra la superficie, pueden observar cómo lentamente se agrietan las paredes.
“Nos da mucho miedo, porque las casas parecen venirse abajo. Ojalá que las autoridades se fije hacia este lado de la avenida Ribereña para que estemos más tranquilos. Un muro de contención y rehabilitar las casas, es lo que necesitamos en el barrio San Antonio”, dijo.
Asimismo, comentó que algunos vecinos desean cerrar el acceso a los callejones donde viven, como medida de seguridad, sólo haría falta que la Alcaldía de Iribarren otorgue los permisos correspondientes. “Unos vecinos trataron de dar con los permisos, sin embargo, parecen ser muy engorrosos”, finalizó.
Aseo Urbano
Por otra parte, los vecinos de San Antonio solicitan la normalización del servicio del aseo urbano. Hasta diez días, tardan en pasar los compactadores de basura por la comunidad.
La ausencia de dicho servicio, deja como consecuencia la fetidez de los desperdicios acumulados frente a las casas y demás espacios comunitarios. Lo mismo, ocurre en los sectores vecinos, causando un terrible ambiente de insalubridad.
Imaubar, al parecer, realizaba con frecuencia recolecciones en el sector pero, desde hace un tiempo para acá, de acuerdo a los vecinos, apenas recorren unas cuantas cuadras, dejando desatendidos al resto de sectores.
Roedores, moscas, olores desagradables, son algunas de las cosas negativas que dejan los abundantes desechos del sector.
Fotos: Ricardo Marapacuto