José Elías Torres, secretario general encargado de la Confederación de Trabajadores de Venezuela (CTV), presidió una reunión de trabajo ayer, en la sede del Colegio de Contadores de esta ciudad, con representantes de diferentes sectores sindicales de la región, para evaluar el diagnóstico de la situación del país, de los trabajadores y establecer las líneas de lucha para el presente año.
2016 fue el año más difícil para los trabajadores y, en general, para el pueblo venezolano en los últimos 80 años, afirmó al declarar a EL IMPULSO. Eso nos obliga a estar más de cara a la política laboral.
El gobierno, dentro de sus fracasadas políticas económicas, no marca ninguna esperanza de corregir, porque todo lo que señala es una interminable cantaleta sobre una supuesta guerra económica; pero, no ofrece nada nuevo en función de cambiar la situación económica y social que permita tener esperanza.
Nos augura un año bastante conflictivo, desde el punto de vista laboral, no solo por la estabilidad de los puestos de trabajo porque ya se conoce que han empezado algunos despidos en algunos sectores, donde hay compañeros que tienen cuatro y cinco años como contratados cuando han debido de haber sido automáticamente incorporados. Eso sucede porque no acompañan a la afinidad del régimen. Es una manera muy descarada de reconocer la inamovilidad, a pesar de que la Ley establece que después del segundo contrato, al tercero deben ser incorporados.
Anunció Torres que habrá conflicto por parte del sector de educación por las violaciones y la forma como se les ha burlado el pago de su contratación colectiva, el aumento salarial y la reforma curricular, que responde a la ideologización. De igual forma el sector salud por el holocausto que existe en los hospitales, donde se están muriendo niños y ancianos. Y el sector de la administración pública, así como los jubilados que van a seguir la pelea por su cestaticket.
Cuando fue interrogado sobre el nuevo aumento salarial, Torres ripostó:
-Si hablamos de reivindicaciones del trabajador venezolano, tenemos que decir que Venezuela tiene el salario más bajo del mundo. Porque cuando comparamos el salario real del trabajador venezolano y lo llevamos a la premisa del dólar oficial, que el gobierno denomina Dicom, se está hablando de una remuneración de apenas 60 dólares al mes. Y si lo comparamos con el dólar libre, que es el utilizado para la compra de casi todas las cosas, el ingreso se traduce en 10 dólares. Hasta el mismo Haití tiene un mejor salario, ya que su promedio es de casi 100 dólares por mes.
El gobierno lo que ha venido es utilizando moneda inorgánica y por eso no vale la pena que aunque haya habido aumentos del 50, 60 ni del 100 por ciento, nada de eso va a solucionar los problemas del trabajador. No vamos a rechazar los incrementos porque es una forma de medio compensar un poco de lo que el trabajador puede llevar a su casa. El asunto se torna grave porque no es que haya aumento de precios en los comestibles, sino que no los consigue. Exigimos cambiar las políticas salariales. El aumento debe arrancar del mil por ciento por la inflación.