La jerarquía de la Iglesia Católica en Venezuela considera que «fracasó» el diálogo entre el gobierno de Nicolás Maduro y la oposición, aunque abogó por un esfuerzo por salvarlo y evitar que estalle la violencia por la grave crisis que sufre el país.
«No hubo voluntad para llegar a acuerdos que se pudieran evaluar y, sobre todo, que se pudieran poner en práctica (…) y por ello no hubo resultados», dijo este lunes el presidente de la Conferencia Episcopal Venezolana (CEV), monseñor Diego Padrón, en un encuentro con la prensa internacional.
Padrón, acompañado por el cardenal Baltazar Porras y monseñor Víctor Hugo Basabe, secretario general de la CEV, consideró al gobierno como «el responsable principal del fracaso», al acusarlo de «secuestrar» el referendo revocatorio contra el mandato del presidente Nicolás Maduro, cuyo proceso fue suspendido por el poder electoral.
Sin embargo, la cúpula eclesiástica también tuvo críticas hacia la coalición opositora Mesa de la Unidad Democrática (MUD).
«Lamentablemente tenemos un gobierno que no tiene capacidad de cumplir los compromisos que asume (…) y una oposición fraccionada que no sabe poner los intereses de los venezolanos por encima de sus intereses particulares», expresó Basabe.
La oposición exige en el diálogo, iniciado el 30 de octubre con acompañamiento del Vaticano y la Unión de Naciones Sudamericanas (Unasur), una «salida electoral» a la crisis, pero el chavismo niega que el tema haya estado en agenda.
Las conversaciones fueron congeladas por la oposición en diciembre, alegando que el gobierno incumplió acuerdos. Los facilitadores propusieron un plazo para reactivar los contactos que vence el próximo viernes y no hay señales de acercamientos.
Padrón considera «muy dudosa» la posibilidad de que en esa fecha se concrete una nueva reunión, si bien destaca que el diálogo aún «se puede salvar», pues descartarlo es «un error peligroso» que puede llevar a la violencia.
«¿Para qué dialogar después que un país está desangrado, cuando pudimos haber evitado el desangre con el diálogo?», advirtió, por su parte Basabe.
La iglesia venezolana ha sido considerada por voceros del oficialismo, como el número dos del chavismo, Diosdado Cabello, como un «actor político» opositor.
Pero Porras salió al paso de esa acusación. «La iglesia es una institución seria y no puede prestarse a ser un muñeco que esté ahí con la boca tapada (…). No puede ser neutral, sino imparcial», manifestó el cardenal. Pese a los obstáculos, Padrón confía en que el diálogo terminará imponiéndose como la vía para superar la crisis venezolana. «Tarde o temprano, los líderes del país, especialmente los líderes políticos, tendrán que buscar no solamente el diálogo, sino buscar acuerdos en una negociación», indicó.