Las vacaciones por época decembrina terminaron y muchas familias dispusieron los días del fin de semana para adquirir los alimentos de la semana o quizás de algunos pocos días. Con bolsas pequeñas a medio llenar, transitaban ayer por mercados públicos como el Terepaima. La afluencia no era la de cualquier domingo, sin embargo, los comerciantes sostenía que al menos “algo” venderían.
A pocos días de la primera quincena del 2017, las familias “estiran” el dinero e intentan comprar comida. Sin embargo, se enfrentan a elevados precios, que complican el presupuesto y el menú de la semana.
Los granos, alternativa de muchas familias venezolanas par de años atrás, representan en la actualidad varios días de salario de Bs. 903, puesto que el kilogramo de caraotas se cotiza en Bs. 4.400, mientras que uno de lentejas en Bs. 7.000.
Si la alternativa son las carnes, el kilogramo de la de res se vendía ayer en Bs. 5.800 y el de pollo en Bs. 4.800. Es de recordar que días antes de la cena de Navidad el kilogramo de carne roja se compraba hasta en Bs. 7.400.
La charcutería para el desayuno y la cena son otra preocupación. Así lo comentó Olga Castro, mientras consultaba por los precios. El jamón de espalda se vende en Bs. 6.670 y el de pierna en Bs. 8.540, la mortadela especial de pollo en 4.200.
El kilogramo de queso blanco cuesta Bs. 5.900 y el cartón de huevo 5.800.
Cada uno de los productos anteriores requiere para su compra varios días de trabajo, en algunos casos incluso semanas.
Verduras por las nubes
Ni en ferias la compra es económica. Comprar verduras en lugares donde marcan un mismo precio para toda la mercancía, ha dejado de ser rentable para las familias.
En algunos lugares el kilogramo en general se paga a Bs. 850, por lo que cualquier compra son miles de bolívares.
Carlos Gil, vendedor de hortalizas y verduras de mercados municipales, comenta que cada vez los precios son más altos. Nunca ha dejado de vender, pero los ingresos “no se comparan con los de tiempos atrás”, comentó.
Relató que el saco de yuca lo compró para la venta en Bs.30.000, por lo que no puede ofrecer el producto en menos de Bs. 1.000, mientras que la cesta de tomate la adquirió en Bs. 55.000, lo que lo hace vender el kilogramo en Bs. 4.000
También vende la papa y la zanahoria en Bs. 2.000 y la cebolla en 3.500. Los precios consultados sobrepasan el día de salario mínimo.
Las frutas no son para todos
Hasta comprar las frutas criollas, por tradición económicas, se ha vuelto complejo.
El kilogramo de guayaba o de parchita, frutas propias de los jugos de la mesa venezolana, se vende en Bs. 1.000, al igual que el cambur manzano y la piña.
El limón cuesta Bs. 800, como también la patilla.
Juan Carmona, vendedor del Mercado Terepaima, comenta que cada vez las personas llevan menos mercancía. Las ventas se han vuelto lentas.
Otros productos
Igual de costosos se encuentran otros productos en este inicio de 2017.
La azúcar “kileada”, como le conoce en algunos lugares al producto vendido a granel, se puede comprar en el Mercado Terepaima en Bs. 3.500 y la mantequilla artesanal en Bs. 3.400
También día de cola
Este domingo los larenses también salieron a hacer cola en los lugares donde hubiesen productos regulados, en especial harina precocida, sin importar que fuese la mezcla de arroz que se vende en Bs. 1.400.
La masa de maíz pilado sigue siendo una alternativa. Ayer, muy de mañana, una cuantas personas esperaban en fila su paquete de un kilogramo en el Mercado Terepaima. El valor era Bs. 800.