La Mesa de la Unidad Democrática en el estado Lara, consciente de su papel como garante de la democracia venezolana, reitera su compromiso de defender el derecho que tienen todos los ciudadanos de expresar de viva voz o por escrito, sus ideas y pensamientos a través de los medios de comunicación social.
Así lo expresó el profesor Armando Prado, coordinador de comunicación de la alianza opositora, al hacer hincapié en la situación por la cual ha venido atravesando este año el diario EL IMPULSO, que ha sido objeto de restricciones en el suministro de su principal insumo para circular, como es el papel periódico.
Señaló que las dictaduras del siglo pasado, como las de Juan Vicente Gómez y Marcos Pérez Jiménez, se caracterizaron por ejercer presión sobre la prensa escrita e imponer la censura, así como practicar detenciones de periodistas, y encarcelaciones a quienes les hicieran oposición, negando así el derecho de expresión y la libertad de información.
En el comienzo de este régimen se vieron los atisbos de lo que sería su accionar contra la prensa escrita y los medios de comunicación en general.
Comenzó el propio jefe del Ejecutivo Nacional a descalificar a diarios nacionales, calificándolos de pasquines y fueron frecuentes los grupos de individuos, generalmente motorizados, que cercaban las sedes de los periódicos y hasta impedían que salieran los camiones con los ejemplares a las calles. Todavía se recuerda aquella campaña de “digan la verdad” que coreaban en todas partes las agrupaciones afines al gobierno en su inicio.
Pero, lamentablemente, no sólo el régimen ha alimentado el odio y la animadversión a los medios, sino que dentro de su política estableció la hegemonía comunicacional, que además de instalar una enorme red de plantas de televisoras y radios, también ha venido aumentando el número de periódicos oficialistas y pro-oficialistas, muchos de los cuales son distribuidos gratuitamente para hacerle propaganda al régimen.
No conforme con esa práctica, montó el monopolio de la Corporación Maneiro para entregar el papel. Gratuito o casi gratuito para los medios que obedecen la línea oficialista y discriminatoria para los medios independientes.
Aún más, algunos importantes diarios del país han sido adquiridos por elementos afines al régimen y así han sido silenciados