Como lo hace habitualmente desde hace 16 años, el equipo de la Fundación del Niño Dejando Huellas se trasladó al Hospital Pediátrico Agustín Zubillaga para entregar regalos a los pacientes internados en el edificio.
Este 24 de diciembre, aceptó la presidenta de la institución, Marielba Díaz de Falcón, la organización debió hacer ajustes para la distribución de obsequios, pues el presupuesto solo les permitió hacerlo en el centro de salud infantil más importante de la capital larense y no llegar hasta las comunidades, como se solía hacer.
“Es como una mezcla de sentimientos. Lo primero es la impotencia porque todos los años nosotros podíamos entregar un promedio de 10 mil a 20 mil juguetes y este año fue cuesta arriba conseguir los juguetes del Hospital Pediátrico, porque fueron los únicos que pudimos entregar. La situación país para nadie es un secreto que nos ha afectado como a todos”, asumió la primera dama.
Para la administración de los recursos en 2016, dijo Díaz de Falcón, se adoptó como política darle prioridad a las ayudas sociales y de salud. De allí que el 83 por ciento del presupuesto se haya destinado para tales fines.
Aún con las limitaciones para la entrega de detalles a la población infantil necesitada, la presidenta de Dejando Huellas valora la oportunidad por el crecimiento personal alcanzado cada Navidad: “Para mí es de gran satisfacción más que como presidenta de la Fundación del Niño como madre por la bendición que Dios me dio de seguir haciendo estas actividades.
Para mí es muy importante, tanto hoy (el sábado) como el Día del Niño involucrarnos y compartir con las familias que se encuentran aquí”.
La visita a cada una de las salas donde reposan los infantes, aclaró Díaz de Falcón, es útil también para escuchar las solicitudes de ayudas para las familias, las cuales intentan tramitar de acuerdo a la urgencia de cada caso, pues el personal de la fundación todavía trabaja a puerta cerrada.