Un fantástico concierto se materializó el lunes por la tarde en el Teatro Alirio Díaz de Carora. Las Orquestas Juveniles de Carora y Barquisimeto despidieron con broche de oro el 2016, que se caracterizó por una amplia jornada de trabajo, ensayos y festivales musicales repletos de talento larense.
En esta oportunidad, el emblemático teatro recibió a la Orquesta Sinfónica de Juventudes Pedro León Torres y a varios representantes de la Orquesta Regional Juvenil de Lara, bajo la exigente batuta del maestro Felipe Izcaray, quien lidera todo un acontecimiento musical en la capital del municipio Torres.
Ante una importante audiencia los más de 60 músicos hicieron suyo un complejo repertorio, nada menos que obras de Corelli, Tchaikovski y Sibelius.
Sin duda que el violinista sanareño Ebedit Fonseca sumó otro éxito a su carrera tras la impecable ejecución del Concierto para Violín y Orquesta del autor finlandés.
Carora y Barquisimeto como un solo conjunto dejaron en la atmósfera y sobre el escenario destreza, virtuosismo, sonidos, colores, ritmos y carisma.
El festín que envolvió el teatro inició con la interpretación del Concierto Grosso Op. 3 #8 (per Notte de Natale) del compositor italiano Arcángelo Corelli. En la parte de Concertato se desempeñaron los caroreños María José Ramos, (viola), Jhoankarys Pereira (violín) y Geber Graterol (violonchelo).
Seguidamente, las orquestas hicieron posible el conocido e ineludible cuento de Navidad El Cascanueces. Esta suite compuesta por Tchaikovski tiene su origen en la música del conocido ballet compuesta por el mismo compositor ruso.
Para culminar la velada, Ebedit Fonseca se puso al frente de una de las obras más complejas del repertorio previsto, el Concierto para Violín y Orquesta en Re Menor, Op. 47 del compositor finlandés Jean Sibelius.
Así fue
Fueron más de dos horas de concierto. A las 4 y 34 minutos de la tarde arribaron los músicos al escenario. El maestro Felipe Izcaray dirigió y conversó con el público todo lo que acontecería. Adelantó que se estableció una linda relación entre las orquestas Pedro León Torres y Regional de Lara.
“Es muy importante para nosotros mantener esos vínculos”, dijo, al tiempo que recordó que el núcleo Carora es uno de los más importantes de la entidad.
Otro dato que ofreció el maestro es que el violinista sanareño grabaría el concierto para una audición en el exterior y decidió hacerlo con la agrupación caroreña por el nivel alcanzado.
Los ejecutantes ataviados de negro afinaron sus instrumentos. Los barquisimetanos se sintieron en casa. La complicidad fue evidente así como el apoyo hacia el compañero violinista.
El repertorio abrió a las 4:43 p.m. como ya se dijo con el Concierto Grosso Op.3 #8 (per la Notte de Natale) del compositor italiano Arcangelo Corelli, el que se destacaron los solistas María José Ramos (violín), Jhoankarys Pereira (violín) y Geber Graterol (violonchelo). Una pieza dedicada a la Nochebuena, caracterizada por sus sonidos religiosos y un primer movimiento bastante lento.
El énfasis quedó en los violines, chelos y violas; un acento dulce que supo dirigir el maestro Izcaray. El piano también complementó la pieza.
Más tarde se incorporaron los fagotes y clarinetes. Justo a las 5:08 p.m. continuó la fiesta con la Suite El Cascanueces, otra obra muy tradicional en Navidad del compositor ruso Tchaikovsky.
El maestro recordó la historia de este cuento protagonizado por la niña Clara. Violines, platillos, piano, cornos, fagotes y clarinetes se conjugaron en la atmósfera.
Toda una fantasía resultó esta suite, muy atractiva para los niños.
A las 5:41 p.m. se inició la ejecución de la última obra del programa.
Los tres movimientos del Concierto para Violín y Orquesta en Re Menor, Op.47 del compositor francés Jean Sibelius cobraron vida en las manos del solista Ebedit Fonseca, quien junto a la orquesta desarrolló un tiempo musical perfecto. Una intensidad honda, perforadora y compleja.
Se trata de una de las 10 obras más importantes para los violinistas, dijo el maestro Felipe.
-Es una de las obras más hermosas, de gran expresión y virtuosismo. El primer movimiento tiene cadencias significativas. Cambia de ritmo, es realmente bella. El segundo movimiento da cuenta de un acompañamiento armónico muy rico y el tercer movimiento es sin duda muy animado. Hay un despliegue del violín de principio a fin.
El concierto concluyó con aplausos de pie por parte de los asistentes. Prolongados vítores recibió el talentoso joven venezolano a quien se le augura un futuro exitoso tras su brillante actuación.
Como regalo, el violinista regresó en dos oportunidades al escenario para regalar sendas interpretaciones.
Se destaca que este músico nacido en Sanare inició sus estudios de música a los 5 años en la Orquesta Infantil y Juvenil del módulo Sanare y el Conservatorio Vicente Emilio Sojo de Barquisimeto.
Ingresó a la Sinfónica Juvenil de Lara para participar posteriormente en diversos seminarios orquestales bajo la batuta de Alfredo D’ Addona y Diego Matheuz.
Asimismo, tomó clases con el maestro Francisco Díaz, director de la Academia Latinoamericana de Violín.
Ha estado en varios seminarios de perfeccionamiento de violín auspiciados por la Fundación Musical Simón Bolívar, y recibiendo clases con reconocidos maestros como José Francisco del Castillo, Sergio Celis, David Vicentín, Pablo Vázquez, entre otros.
Fue integrante de la Orquesta Nacional Infantil de Venezuela años 2007 – 2010 dirigida por el maestro Sir Simon Rattle.
Ha participado en diversos concursos, alcanzando los máximos galardones por su desempeño artístico. Se ha desempeñado como solista en recitales junto a la Sinfónica Juvenil de Lara. Actualmente estudia Licenciatura en Música en la Universidad Lisandro Alvarado, mención Violín.
Definitivamente un joven con mucho talento, carisma y especial destreza a la hora de la ejecución.
El aplauso reiterado por parte de sus compañeros dio cuenta de todo lo cosechado hasta ahora por Ebedit Fonseca, quien se perfila como una gran promesa de la música académica.