Lo vivido por el pueblo venezolano en el 89, año en el que se produjo el Caracazo, se queda corto al compararlo con “los niveles de miseria, empobrecimiento e indignación nacional que hay en nuestro país actualmente”.
Así se manifestó el alcalde del municipio Iribarren, Alfredo Ramos, acerca de los hechos violentos ocurridos en al menos 10 estados del país.
Tal pronunciamiento fue hecho durante una rueda de prensa, ofrecida la mañana de este lunes en el Palacio Municipal, en la que el mandatario local hizo un recuento de lo ocurrido este fin de semana en Venezuela.
“Hubo muertos, pérdida de vidas venezolanas (…) Nada más en el estado Bolívar hubo más 350 negocios saqueados. Ahí hay pérdidas millonarias para el país”, contó.
A pesar de lo delicado de la situación -criticó Ramos- aún no se percibe, si quiera, la intención de actuar del Ministerio Público (MP) o a la Defensoría del Pueblo para buscar los responsables.
“Están muy fáciles de conseguir, porque es el propio Nicolás Maduro y su gabinete (…) Esto es incomparable con los casos del Carazaco”.
Nuevos billetes no resolverán la crisis
Aseveró el Ejecutivo local que la llegada de los billetes del nuevo cono monetario al suelo patrio, no resolverá la dificultad económica por la que atraviesa Venezuela, puesto que la moneda criolla “ha sido sometida a la devaluación más brutal en nuestra historia”.
“Si Maduro tuviese un mínimo de vergüenza y no quisiera seguir sometiendo a nuestro pueblo a condiciones de hambre, debería renunciar inmediatamente para que podamos convocar a un nuevo proceso electoral”.
Solidaridad con opositores perseguidos
El alcalde rechazó la intención gubernamental, de achacar, a través de la persecución, la responsabilidad de los disturbios a líderes opositores de La Causa R, Voluntad Popular y Primero Justicia.
“Vamos a ir con mucha fuerza este 2017, no solo para buscar la salida de Maduro, sino para ganar las elecciones de alcaldes y gobernadores”.
Asimismo, afirmó que la popularidad del presidente venezolano cayó abruptamente en las últimas semanas y un 90 % de la población, incluyendo la colectividad chavista, rechaza su gestión.
“Este es el entierro final del Gobierno de Maduro”.
Tras consultársele sobre el diálogo en las condiciones de conmoción social de hoy en día, sentenció: “el que va a pedir diálogo a gritos es el Gobierno nacional porque tiene el agua al cuello”.