Un grupo de científicos convirtió células de piel de ratón en óvulos que producen crías de ratones, una técnica que, de aplicarse exitosamente en humanos, permitiría algún día a las mujeres dejar de preocuparse por el avance de su reloj biológico y quizá incluso ayudar a las parejas a crear «bebés diseñados».
Por cuestiones tanto técnicas como éticas, nadie espera que los médicos generen óvulos de células de piel de mujer en breve. Pero hay quienes ven posibilidades y dudas sobre su uso.
Algunos expertos dicen que podría ayudar a millones de mujeres que no generan óvulos por su cuenta, ya sea por una afección médica, por tratamiento contra el cáncer, o debido a que son de edad avanzada.
«Podría significar que el reloj reproductivo ya no avanza para las mujeres», dijo Hank Greely, un profesor de Derecho de la Universidad Stanford que estudia las implicaciones del uso de tecnologías biomédicas.
«Creo que es un avance muy importante en la próxima generación de tecnologías reproductivas para las mujeres», dijo Amander Clark, que estudia el desarrollo de óvulos en la Universidad de California, campus Los Angeles. La discusión sobre política y regulación «debe empezar ya», agregó.
Los resultados de los experimentos en ratones fueron reportados el jueves en la edición en línea de la revista Science por científicos de la Universidad de Kioto, en Japón. El mismo grupo había reportado previamente trabajo con células de ratón macho que llevaron a producir espermatozoides.
En el nuevo estudio, empezaron con células dérmicas reprogramadas genéticamente de fetos hembra de ratón. La técnica de reprogramación, descubierta hace varios años, permite que una célula ordinaria se revierta hasta un tipo de estado inicial, por lo que puede ser estimulada químicamente para desarrollarse en cualquier tipo de célula.
Los investigadores japoneses convirtieron estas células en una versión de óvulos en etapa primaria. Luego las mezclaron con células ováricas de ratones y las implantaron en ratones. Cuatro semanas después recolectaron óvulos inmaduros, los maduraron y los fertilizaron en el laboratorio, y los colocaron en otro ratón hembra que serviría como madre sustituta. El resultado: tres crías de ratón, que se convirtieron en adultos fértiles.
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