Luego de 4 días de vandalismo puro en Ciudad Bolívar, regresó una tensa calma que mantiene preocupados a todos sus habitantes. Hoy fue el primer día en la calle de muchos bolivarenses después de permanecer encerrados con miedo tratando de no ser tocados por la anarquía que por 24 horas también se trasladó a sus residencias.
Unas pocas panaderías y expendio de alimentos permanecen abiertos. Ese 10% del comercio que permanece con vida después del saqueo de más de 350 locales entre supermercados, farmacias, carnicerías, licorerías, entre otros.
La destrucción y la desolación son las principales protagonistas de este lunes en Ciudad Bolívar.
Francisco Rangel Gómez anuncio la aprobación de créditos por parte de la banca pública a todos los afectados por la situación que se vivió en Ciudad Bolívar desde el viernes en la mañana por la salida de circulación del billete de 100 bolívares.
Las barricadas permanecen en las calles de muchas urbanizaciones tras las amenazas de saqueo en casas. En algunos casos las barricadas no fueron de gran ayuda. Los delincuentes se metieron zonas residenciales como Los Próceres, Los Coquitos, Agua Salada, Cayaurima, San Rafael y Catadores.
El relato de Melany Milanesa
Una joven de 21 años utiliza su perfil en la red social Twitter para desahogar la ira que la embarga luego de ver como se acabo en minutos un negocio que sus padres construyeron con trabajo y esfuerzo durante 14 años.
Los padres de Melany Milanesa son dueños de una ferretería en la Av. España del sector La Sabanita. Allí arrasaron con todo a su paso. “El negocio de mi familia hasta ayer era una ferretería. Si esa gente tenía hambre de tornillos y herramientas entonces le daré la razón”, dice Melany en su cuenta @MMilanesa, que se convirtió en tendencia en la red social.
La joven bolivarense echó la culpa al gobierno por la situación que se vivió en Bolívar, sin embargo también culpó a la gente no solamente pobre de bolsillo, sino también “pobre de cerebro”. Melany con impotencia relata que los mismos vecinos del local de sus padres robaron la mercancía en el interior. “Nada de pranes ni colectivos armados. Vecinos de la zona, quienes me saludaban al visitar el negocio, a ellos mismos los vi robar!”, dijo.
Relata que la parte más cruda es convivir durante 18 años con la misma gente que saqueó la ferretería de sus padres. “18 años en esa zona. Entre toda la gente que vi robar habían tantas caras conocidas. No me hables de solidaridad”.
Miedo, dolor, resignación, impotencia y rabia son algunos de los sentimientos que expresa la joven a través de su Twitter, única tribuna para expresar lo ocurrido. “No quiero escuchar más disparos ni sirenas. Me tienen en pánico!!”, reza uno de los tuits de Melany.
La joven de 18 años cuenta que la ferretería de sus padres generaba 4 mil bolívares diarios. Solamente disponían de mercancía a precio viejo ya que no llegaban productos desde el año 2015.