Una situación irregular se suscitó en el comando de la Policía Municipal de Iribarren (PMI), ubicado en la avenida Bicentenaria de Barquisimeto, del cual lograron escaparse seis reclusos durante la madrugada de este viernes. Uno de ellos fue abatido por los funcionarios policiales que persiguieron a los evadidos, mientras que tres de los reos pudieron fugarse y dos fueron recapturados.
La época decembrina lleva a los presidiarios a intentar cualquier cosa por reencontrarse con sus familiares y estos delincuentes orquestaron un plan que terminó con muerte para uno de ellos.
Eran como a las 3:10 a.m., contó a los medios de comunicación el director de la PMI, Héctor Medina, y uno de los 40 efectivos policiales que custodian los calabozos escuchó ruidos extraños en el calabozo 2, por lo que decidió asomarse.
Al hacerlo, observó a los internos saliendo por un boquete que hicieron entre los barrotes y la pared de dicha celda.
Inmediatamente avisó a sus compañeros e iniciaron una persecución, a la carrera, en la que pudieron detener a Miguel Ignacio García Gil, quien intentaba saltar la pared perimetral que da hacia el parque acuático Arena Plaza, y a José Gustavo Burgos Padilla, quien fue atrapado en la avenida La Feria, cuando buscaba esconderse en la quebrada Guardagallo de Patarata.
En dicho buco intentó desaparecerse Wilfredo Antony Pérez Hernández (29), a quien hallaron los funcionarios para luego ordenarle que se entregara; no obstante, la negativa de este sujeto obligó a los municipales a accionar sus armas de fuego contra él y herirlo mortalmente.
Informó Medina que el hoy occiso, imputado por homicidio, se encontraba en manos de la policía local desde principios del año 2014 y ya había tratado de burlar su encarcelamiento. Antes, en el 2013 específicamente, se había evadido de la comisaría de Polilara en Río Claro.
Por su parte, Miguel Ignacio y José Gustavo, compinches de fechorías, se encontraban aprehendidos por la institución desde el 18 de agosto del año en curso por robo a transporte público. Ahora se sumará un delito a sus expedientes y la pena aumentaría.
Los esperaba un vehículo
La huida fue algo elaborado, reveló Medina, puesto que a los tres fugitivos los esperó un vehículo que logró “rescatarlos” para después desaparecer. El barrote fue cortado con una segueta que presuntamente habrían introducido familiares en los alimentos.
Además, afirmó que la Dirección de Inteligencia y Estrategias Preventivas (Diep), rápidamente se dirigió a la casa de uno de los reos, pero la vivienda se encontraba inusualmente vacía.
Los prófugos de la justicia se llaman Johan Harvey González Álvarez (31), quien estaba tras las rejas por secuestro desde el 8 junio del 2016 y, según el Registro Electoral del CNE, residía en la parroquia Coche de la capital venezolana; Jonathan Enrique Lozada Nieto (25), capturado por robo en transporte público perpetrado el 4 de agosto de este año y habitante del barrio La Batalla de la ciudad crepuscular; y Wilmer Gabriel López Pérez (24), apresado por robo agravado.
Condiciones infrahumanas por hacinamiento
“Ellos están aquí como las casitas del barrio Petare, uno arriba del otro, y así prefieren irse a Uribana. El que está a lo alto, en un chinchorro, tiene que hacer magia para bajar a orinar o estirar las piernas sin tocar a nadie, para que no se forme el rebullicio”.
Así manifestó Medina su inconformidad con la situación de hacinamiento que se presenta en los calabozos de la PMI, en donde los 106 privados de libertad se encuentran en condiciones infrahumanas, debido a que la infraestructura tiene capacidad para albergar 16 personas.
Además, según las leyes venezolanas un cuerpo policial no puede mantener detenido a un ciudadano por más de 72 horas, cuando en este caso algunos tienen más de 5 años; 18 de ellos ya están condenados.
Esta aglomeración presidiaria propicia escenarios de escape y perjudica a la institución, aseveró, luego de criticar que la PMI no se beneficia de traslados desde hace un año.
“Tú metes hoy un privado de libertad para allá y no duerme, tiene que pasar días agachado por el espacio”.
Asimismo, lamentó tener que “malgastar” funcionarios en la custodia de los calabozos, cuando estos podrían estar en las calles de Barquisimeto. Luego de lo sucedido y por la época, explicó que 20 funcionarios más reforzarán la seguridad en el comando.
