Le salió el tiro por la culata. Un ladrón cavó su propia tumba tras elegir un presunto efectivo militar vestido de civil como su blanco de ataque. Este, luego de un breve forcejeo con el malhechor, desenfundó un arma de fuego para accionarla y herir mortalmente al facineroso, quien portaba una cédula a nombre de Nelson Alexander González Ordóñez (33).
El hecho ocurrió alrededor de las 12:15 p.m. de este jueves, en la carrera 31 entre calles 40 y 41 de Barquisimeto.
Contaron los testigos del suceso que dos sujetos desconocidos, a bordo de una motocicleta Bera Socialista, de color rojo, llevaban rato dando vueltas por el sector, por lo que presumen que se encontraban a la espera de una desamparada víctima.
Pasado el medio día, el vehículo de dos ruedas se estacionó frente a una venta de repuestos automovilísticos, llamada Las Dos H, en la que se encontraba un presunto guardia nacional en busca de suspensiones para su carro.
Desde la acera conversaba con el encargado del comercio, cuando un hombre se bajó de la moto, caminó hasta él para apuntarlo y arrancarle una cadena del cuello. No obstante, la víctima aprovechó un descuido de González Ordóñez y, en cuestión de segundos, le disparó en la región estomacal.
“Solo alcanzó a darle un tiro porque la pistola se le engatilló”, afirmaron informantes que presenciaron lo acontecido, pero prefirieron permanecer en el anonimato.
Al recibir el disparo el hombre salió corriendo carrera abajo, a la espera de ser rescatado por su compañero de fechorías; sin embargo, el motorizado desapareció. Algunos escucharon que él llegó a gritar: “¡Catire! ¡Catire!”.
Malherido, Nelson Alexander cruzó en la calle 40 para buscar resguardo y en ello, se metió a una vivienda de la zona, de la cual, según comentaron, “fue sacado a palos”.
Al salir de la casa se desplomó y quedó tirado en una acera entre carreras 30 y 31. Nadie quiso prestarle ayuda porque lo catalogaron como un “robador”.
Fueron funcionarios de la brigada motorizada de la Policía del estado Lara que auxiliaron al hombre, tras encontrarlo fortuitamente en el pavimento.
“Estaba pálido pero aún se movía y se quejaba mucho”, narraron, luego de informar que al lesionado lo trasladaron hasta el CDI Carmen Estela Mendoza de Flores, ubicado a solo cuadras del hecho, en el cual dejó de respirar a los minutos.
Las autoridades se encuentran investigando para corroborar si la cédula que encontraron en los bolsillos del hoy difunto le pertenecía. Cabe destacar que el hombre vestía una camisa con el logo de un negocio llamado Mega Burger González 2000 y también portaba un carné desgastado de contratista de la Ford.