En un intento más por apaciguar el malestar de una población que padece las consecuencias de una grave crisis económica, el gobierno venezolano repartirá millones de juguetes entre niños pobres del país.
Casi cuatro millones de juguetes de la empresa Kreisel _la mayor distribuidora de muñecos de Venezuela_ fueron decomisados el viernes por las autoridades de vigilancia comercial, quienes prometieron entregarlos como regalos de navidad a los niños menos favorecidos. En el operativo, dos directivos de la compañía fueron detenidos como presuntos responsables de promover especulación de precios.
La Superintendencia Nacional de Precios Justos (Sundde) intervino tres bodegas de Kreisel, entre ellas, un depósito en el centro de Caracas.
Según el director de la Sundde, William Contreras, Kreisel reportó un inventario menor de juguetes a los que realmente tenía en su poder y pretendía vender muñecos a un precio mucho mayor al que los consiguió.
Kreisel no se ha pronunciado de manera oficial. En su cuenta de Twitter, sólo se ha limitado a responder mensajes de usuarios que expresan su solidaridad con la compañía.
En tanto, la Sundde informó que los Comités Locales de Abastecimiento y Producción (Clap) serán los encargados de repartir «justamente» los juguetes decomisados entre los niños. «Estos productos van a ser puestos a la orden de los Clap, para que los niños y niñas de Venezuela tengan su niño Jesús garantizado y para que esas empresas puedan aprender que no se puede jugar con los derechos de los venezolanos», sostuvo Contreras.
De esta manera, el gobierno del presidente Nicolás Maduro suma otra medida para intentar conjurar los descontentos por la escasez de alimentos y medicinas que azota a Venezuela. En días pasados, ordenó que cientos de tiendas bajaran sus precios entre 30% y 50%.