Las restricciones que desde el Gobierno nacional se vienen aplicando al diario EL IMPULSO, igual que a otros medios de comunicación no sumisos para coartarles la libertad constitucional de informar, es motivo de rechazo por parte de la colectividad larense y otras entidades del país.
La amenaza de suspensión de su diaria circulación es algo que preocupa a quienes, por muchos años, hacen suya la frase, “un cafecito y EL IMPULSO”.
Para Jesús Ocanto, lo que está ocurriendo con el decano de la prensa nacional debe ser motivo de movilización por parte de la colectividad pues se está atentando contra uno de sus íconos.
“Todos deberíamos manifestar y apoyar a EL IMPULSO en todas sus formas”, afirmó.
Agregó que sería muy lamentable que después de tantos años dejemos de circular por falta de papel, pues se trata de un medio que le hace falta, no sólo a los larenses sino a toda Venezuela.
Areani Querales también está preocupada por lo que está ocurriendo con EL IMPULSO, concretamente con la manipulación que desde el Gobierno nacional, a través de la Corporación Maneiro, desarrollan, impidiéndole recibir su materia prima, que es el papel, con la regularidad que por ley le corresponde.
“Es muy triste que Venezuela esté como está; un país tan rico como el nuestro debe estar bien y no se justifica el estado en que se encuentra, y con respecto a EL IMPULSO, es lamentable que un periódico con tantos años en circulación continua esté en problemas por falta de papel”
En su mayoría, los larenses tienen presente que EL IMPULSO comenzó a circular el primer día de 1904 y es inaceptable que esté confrontando tan grave problema para continuar su misión de informar de manera objetiva y clara.
También los jóvenes, como Rómulo Armas, reconocen la labor de este medio de comunicación y puso como ejemplo un problema de salud que presentó hace algunos años y que a través de las págimas de este diario fue expuesto y solucionado.
“Son más de cien años con el pueblo y eso es suficiente y no se justifica que por razones políticas deje de circular; no podemos estar de acuerdo con eso”, expresó.
“Sería muy lamentable que EL IMPULSO, después de tantos años, deje de circular, porque es un medio que nos hace falta a todos los larenses y a los venezolanos en general”.
Lo considera así Carlos Rosales, igualmente preocupado por la amenaza de desaparición temporal de los puestos del decano.
Sobre los motivos por los cuales desde la Corporación Maneiro no cumplen con las entregas de las bobinas, previamente canceladas, los considera netamente políticos, con la intención de callar a un medio importante que no les resulta sumiso.