“Fidel, entre la admiración y el odio” fue el encabezamiento de nuestro Diario EL IMPULSO para informar sobre este suceso. Es por ello, que dejar pasar la muerte de Fidel Castro y no hacer una reflexión al respecto en caliente, sería imperdonable. Sobre todo, en el campo de la espiritualidad. Decimos esto, por cuanto sabemos va a sobrar quien lo haga en el campo de las relaciones internacionales, en lo económico y sobre todo en lo político-ideológico. Sin embargo, como historiador, sostenemos, que la muerte política e ideológica de este hombre ya había sucedido, por lo cual, la muerte física no va a producir ningún impacto en el desarrollo histórico de la Cuba actual.
Lo que si va a suceder en demasía, son las expresiones de alegría y tristezas por su muerte. Por cuanto este hombre pasará a la historia como el personaje que en una época fue el más admirado y también el más odiado. Pero esas expresiones de alegría y euforia o de tristezas y esperanza, ya de nada sirven en relación al difunto, por cuanto él ni la ve ni las oye; y a sus familiares directos ni les interesa. 90 años es demasiado tiempo de vida y cuidado si más bien están agradecidos que por fin haya ido al descanso.
Cuando decimos que pierde el tiempo y el esfuerzo aquel que se alegra o se deprime, pensando que el hombre está ardiendo en la quinta paila del infierno o que está en un lugar junto a Dios, lo decimos con toda la autoridad que Dios nos da. ¡No una iglesia! Por cuanto Dios, a través de la Santa Biblia, informa, enseña y establece, que el muerto no sabe nada. Entonces, para qué rezarle, maldecirle o hablarle, sino le va a ver ni a escuchar. ¡Por favor! “Porque los que viven saben que han de morir; pero los muertos nada saben, ni tienen más paga; porque su memoria es puesta en olvido” Ecl.9:5. La doctrina de que el hombre cuando muere no está muerto, es una creencia popular que nos llega del mundo pagano. Creer que el alma no muere no está apoyado por la Palabra de Dios. La Biblia es clara «el alma que pecare esa morirá» Ez.18:4. “porque en el día que comas de él, positivamente morirás” Gen.2:17. “Hasta que vuelvas al suelo, porque de él fuiste tomado. Porque polvo eres y al polvo volverás” Gen.3:19. ¿Qué interpretación pueden tener estos textos?
El legado que dejó Fidel Castro será objeto de análisis detallado por las distintas corrientes políticas e ideológicas del mundo quien sabe por cuanto tiempo. Muchos concluirán que ese legado es una vergüenza para la humanidad y tantos otros que es la verdadera esperanza para el hombre sobre la tierra. Los más pasionales enrumbarán sus dolores o alegrías hacia la religión. Pero concluir, que él se va a encontrar con su amigo que murió hace poco en el cielo o en el infierno, es una triste, lamentable y hasta risible conclusión, porque no es así. Cuando una persona muere se acaba su existencia. “Les quitas el aliento, dejan de ser, Y vuelven al polvo.” Salmo 104:29. No tienen vida consiente. “Su espíritu exhala, él vuelve a la tierra; en ese mismo día perecen sus pensamientos” Sal.146:4. No suben al cielo ni bajan al infierno. “Porque David no ascendió a los cielos…” Hech.2:34. “Hermanos, hablemos con franqueza. El patriarca David murió y fue sepultado, y su sepulcro está todavía entre nosotros” Hech. 2:29. ¡Usted Decide! “El que tiene oído, oiga lo que el Espíritu dice a las iglesias. El que venciere, no recibirá daño de la muerte segunda” Apoc.2:11. ¿Más claro?
“Hasta el martes Dios mediante.
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