Agricultor cayó por un precipicio en Morán

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Cuando conducía  por  el sector Los Ejidos, en la vía hacia Guarico, municipio Morán, a Germán  Antonio Saavedra Rivero, presumiblemente lo dominó el sueño, perdió el control del volante y cayó por un precipicio. Falleció de forma inmediata.

El accidente  ocurrió aproximadamente a las  11:30  de la noche de este viernes, cuando  Saavedra regresaba manejando una camioneta Nissan anaranjada, de la granja de su propiedad situada en El Tocuyo, como  lo relataron  sus  familiares mientras esperaban la entrega del cuerpo en la morgue del Hospital Central Universitario Antonio  María Pineda  (Hcuamp).

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La pérdida  irreparable deja  sin padre a cinco hermanos e impactados a todos aquellos que lo conocían, sobre todo por la forma trágica como murió el agricultor, un trabajador incansable como  lo definió  uno de sus allegados, Julio Torrelles.

Con dos de los hijos menores y  la esposa se dedicaba al mantenimiento de las tierras y de los animales.

“Su vida era la granja”, dijo una hermana como referencia de la entrega con la que ejercía lo que aprendió en Portuguesa, donde estudió Agropecuaria.

Esa misma dedicación absoluta a las labores del campo, aduce la pariente, le generaba cansancio, pues  se levantaba con el alba y  se acostaba tarde en la noche. De allí que crean que se quedó dormido cuando conducía este viernes.

Al mismo tiempo descartan  que la causa haya  sido estar  bajo  los efectos del alcohol o una falla mecánica porque “era  muy precavido”.

El agricultor, quien se crió en Humocaro Bajo y luego  formó su propia familia en El Tocuyo, lo  ocupaban tanto los trabajos de la granja como otros proyectos pensados  para  comenzarlos a mediano plazo, recordó la  hermana.

“Era muy emprendedor. Si no se le daba una siembra, intentaba con otra cosa”, dijo la mujer entristecida.

Entre los planes más cercanos de Saavedra estaba empezar a criar gallinas y cachamas. El proyecto más ambicioso era cultivar uvas para producir vino.

También, añadió la pariente,  era  colaborador con la comunidad. “A nada le decía que no”, indicó. Hace poco, comentó  Torrelles, no dudó en prestar herramientas a los bomberos para solventar un problema en el sector.

 

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