Apenas tenía seis meses, era un varoncito, el menor de cinco hermanos. Este jueves, a las 11 de la mañana, su madre lo vio como decaído y comenzaron a torcer sus manos y se desmayó, la mujer no dudó en cargarlo en sus brazos y trasladarse desde Chorobobo, lugar donde residen hasta el ambulatorio de Cabudare. Tras una revisión realizada por la doctora le indicó que no había nada que hacer el bebé había fallecido.
Yoleida Espinoza indica que no entiende lo que pasó, ella lo había visto normal, asegura que estaba en su peso, pero el bebé medía 61 centímetros y pesaba apenas 3 kilos y según la escala de crecimiento de los infantes, a ese tiempo debería pesar al menos 8 kilos y medía de 64 a 67 centímetros.
En la morgue del Hospital Central Antonio María Pineda diagnosticaron la desnutrición severa y quien observó el cuerpecito indicó que el niño estaba demasiado flaco al punto que le marcaban sus costillas en la piel.
Espinoza indica que es ama de casa, su esposo trabaja pero gana 10 mil bolívares semanal, con los que debe mantener a toda su familia. Relata la pareja que para comprar comida lo deben hacer en Yaracuy y lo que se consigue.
“A veces compro arroz picado y masa” dice el hombre, y al mismo tiempo comentan que les ha tocado comer estos alimentos sin acompañante alguno porque no tienen.
“Nosotros nos sacrificamos y tratamos que los niños tengan por lo menos sus dos comidas”, aseguró la pareja, quien indicó que los otros pequeños son de 1, 3, 4 y 7 años de edad. Lo que sí es cierto es que Espinoza en ocasiones, pasa un día sin probar bocado o hace una sola comida. Ella amamantaba a su bebé, y cuando se dio cuenta que no era suficiente, le comenzó a meter sopitas de auyamas, así como papillas de crema de arroz porque no se conseguía leche. Los padres del infante son personas humildes, sin recursos y en su desconocimiento, la madre insistía que no dejaba de darle su tetica, pero ella no consumía lo necesario para darle los nutrientes que el bebé requería.
En Carora
En los calabozos de Polilara de Carora, Díaz Arteaga Rafael Bautista (40), sufrió un paro respiratorio y falleció. Se estaba investigando si la causa de su muerte sería una deshidratación por falta de comida.
Dos homicidios
A las 8 de la noche del jueves dentro de la finca San Rafael de Curarigua, en el municipio Torres, fue asesinado Sebastián Antonio Colmenárez Yépez (52).
El señor quien era vigilante, recibió un disparo en el intercostal derecho cuando unos hampones entraron al lugar a robar.
En otro hecho violento registrado a las 8 de la mañana de ayer, perdió la vida Efraín José Ortiz Castillo (24), quien se encontraba trabajando en la vía principal de El Ujano, cuando dos sujetos en una moto le dispararon.
El joven residía en Indio Manaure, al este de la ciudad.