“EL VOTO”.
Desde su creación el voto, indiscutiblemente, se ha caracterizado por ser el instrumento más efectivo e idóneo para preservar la democracia y proteger la libertad. Conforma la mayor y mejor demostración del Poder de Uno. Metafóricamente, el río de votos que llevan al triunfo a un determinado candidato electoral comienza a formarse con un voto y se va fortaleciendo a medida, que a él, se adhieren los demás. El proceso electoral debe ser la máxima fiesta democrática que al respecto acredite la grandeza y sapiencia de una nación.
Estamos al final de un proceso histórico de marcada significación en la vida y en el futuro de la República. La Patria que parió a los mas grandes libertadores del mundo, la misma que cobijo a Simón Bolívar como hijo dilecto, debe ser protegida por nuestra generación con el intelecto tradicional, el mismo que heredamos de la sabiduría de tantos hombres y mujeres de reconocida trayectoria, que no me atrevo a mencionar a algunos por temor de obviar a los demás.
Tu voto es tan importante como lo es la primera gota de agua con la cual comienza el río Orinoco y este se renueva constantemente, por lo tanto, analiza muy bien tu decisión. Lógica… Si, lógica, razón y sensatez es la fórmula perfecta para no errar. Cuando estés frente a la maquina electoral y veas el tarjetón; ve como si estuvieses frente a un espejo, analiza donde está tu país y hacía donde lo puede llevar tu decisión y… ¡Toma esa decisión!
Ejerce el derecho constitucional de votar pero, asume el deber de actuar responsablemente al utilizar tan magna herramienta que lleva al país por el sendero de la paz; con seguridad y confianza. Evita a toda costa el “Yo Creí”. Tu madurez política está profundamente demostrada en la medida en que no te equivoques. Haz tenido tiempo suficiente como para analizar tus alternativas de manera correcta. La verdad no se puede tapar con un dedo, la mente del venezolano se ha formado en libertad desde hace muchos años y hemos sido ejemplo internacional de verdadera democracia, así se ha reconocido mundialmente, por eso debes abandonar los miedos y temores, el voto es secreto y esto se ha demostrado a través de los procesos electorales anteriores.
Si has amanecido en fiestas como las de los treinta y uno de diciembre, en cumpleaños, en tertulias con amigos y hasta viendo películas de televisión… ¡EL SIETE DE OCTUBRE AMANECE EN ÉSTA “TU” FIESTA DEMOCRATICA!
Tienes el deber de ejercer el derecho de cuidar “TU” fiesta electoral y de velar porque se cumpla el Estamento Legal al respecto. Así pues, muy temprano en la mañana, por qué no, en la madrugada, sal a participar en éste hecho histórico; no dejes que los demás asuman “TU” decisión personal de participar en la elección del destino de la Patria, en expresión soberana.
Cuando estés frente a la máquina electoral estarás sólo, con tu conciencia y, en tu yo interno, en el futuro inmediato, ella, tu conciencia, premiará o demandará “TU” decisión, porque de ella dependerá el futuro de la “Tierra Mágica” en la cual vivimos y que fue llamada Venezuela por providencia divina. Lo próximos acontecimientos que rijan los destinos del país tendrán que ver con tu bienestar físico, económico y con el bienestar de los tuyos; arropará el futuro de tus seres queridos y de los más allegados: Abuelos, padres, conyugues, hijos, hermanos, tíos, etc., a tus propiedades; razones suficientes para no delegar tan magna responsabilidad. La abstención tiene que ser vencida por la conciencia ciudadana… Con el voto responsablemente cívico.
Esfuerzo y sacrificio ha costado el que el ciudadano común pueda ejercer el derecho al voto, más aun el derecho al voto de las mujeres para que de manera incalificable algunos lo endosen. Les recuerdo una máxima oída hace muchos años: “En el desierto de la indecisión yacen los huesos blanquecinos de quienes quisieron esperar y esperando murieron”.
El siete de octubre es determinante para el futuro del país… ¡TU DECIDES!
