Siguiendo con el análisis sobre la urgente necesidad de abrir y/o de expandir los medios de comunicación que unan a Barquisimeto con el resto del país y del mundo como forma más expedita para retomar el lugar preponderante que tiene como… “Capital del Desarrollo”, cito las siguientes palabras del Sr. William Reina:
“En la actualidad solo las líneas aéreas Aserca y Aeropostal vuelan a Barquisimeto, sin embargo los días lunes, miércoles y viernes Aeropostal no cubre ese destino porque vuela a Panamá, ayudando al país centroamericano a aumentar sus vuelos con el incremento de pasajeros que lleva Aeropostal, cuando debe ser al contrario, se debería ayudar al mercado venezolano; es decir, esta aerolínea estatal ayuda a otros a que crezcan en el mercado internacional de vuelos y conexiones, en lugar de hacerlo con las líneas nacionales. Presuntamente, existen líneas aéreas menos confiables, a pesar de los esfuerzos de su gerencia para liderar el mercado. Se cree que, el pasajero no le tiene confianza, porque: “usted puede tener una reservación y de repente se la cancelan. Esto se traduce en que solo cubren el 10% de los vuelos hacia/ desde Barquisimeto/Caracas”.
Decía el doctor Arturo Uslar Pietri: “La palabrota que ensucia la lengua termina por ensuciar el espíritu. Quien habla como un patán, terminará por pensar como un patán, hay una indisoluble relación entre la palabra, el pensamiento y la acción. No se puede pensar limpiamente, ni ejecutar con honradez, lo que se expresa en los peores términos soeces…”
Me reencontré con estas palabras que llaman a reflexión sobre la forma en que utilizan expresiones impropias algunos altos funcionarios del gobierno nacional que, presumo, constituyen una soez falta de respeto a los ciudadanos de esta “Tierra de Gracia” paridora de libertadores del mundo como Simón Bolívar, Antonio José de sucre o Jacinto Lara; de intelectuales como Simón Rodríguez, Andrés Bello o Rómulo Gallegos; de científicos como Humberto Fernández Morán, Jacinto Convit o Francisco Tamayo y pare usted de contar, Nombro a estos venezolanos con el permiso y el perdón de tantos otros que han llevado el nombre de Venezuela a lo más alto del orbe tan sólo como ejemplos de vida que debemos seguir.
La Ley Anti Corrupción expresa la obligatoriedad de los funcionarios públicos, de proceder con “decoro” y, ahora, que Venezuela se encuentra en la grave crisis conocida por todos, y que estamos ante la mirada del mundo; ahora que tenemos mediadores internacionales de la talla de los representantes del Vaticano; ahora, es cuando se debe actuar con la mayor prudencia.
Siempre he creído que el respeto no se pide, ni exige; el respeto se gana y, generalmente, se gana respetando a los demás; teniendo siempre presente que nuestros derechos terminan donde comienza el derechos de los demás. Logrado, por las partes, el objetivo de paz que significa el dialogo, éste no puede ni debe ser manipulado o destruido por la soberbia de quien intente ofender, descalificar, difamar y/o injuriar al oponente.
Está comprobado que no es más valiente, ni es poseedor de la verdad, quien agravia; desacredita oprobiosamente; utiliza el verbo vulgar, vejatorio y pendenciero; quien grita más fuerte; quien trata de apabullar con el abuso del poder. Todo lo contrario, la verdad es cómplice eterna de la lógica, la razón y de la sensatez que conlleva a demostrar que la paciencia es la virtud de la sabiduría.
