La única de las cuatro torres que iluminaba el velódromo Héctor Alvarado de la capital larense dejó de funcionar este domingo porque hurtaron el transformador, equipo que había sido instalado con recursos recaudados por autogestión de la Asociación de Patinaje.
Por este hecho se interrumpió el entrenamiento de más de 30 patinadores de alto rendimiento, cuyo horario de prácticas es nocturno. También, sufren las consecuencias los atletas de hockey y de ciclismo. En global, se calcula que unas 800 personas utilizan ese espacio y ahora estarán privados de hacerlo cuando anochezca, denunció el vicepresidente de la Asociación de Patinaje, Félix Amaro.
El del domingo, no fue el primer antojo de los malhechores. Antes, extrajeron los cables de las torres. Semanalmente, apuntó Amaro, se apropian de baterías, reproductores de sonido o cauchos de los carros allí aparcados.
Por la frecuencia de los casos, indetenibles por los vigilantes de Fundela desprovistos de armamento, los entrenadores solicitan presencia policial permanente y para esto proponen la apertura de un módulo en el edificio Milagro Flores de Reyes, sede administrativa de las asociaciones.