Se volvió una rutina que los habitantes cierren el paso vehicular en las principales vías o accesos a sus urbanizaciones, a manera de exigir que se resuelva alguna deficiencia dentro de su comunidad. Existen sectores en donde protestan para denunciar la falta de algún servicio público, igualmente los estimula el miedo ocasionado por los altos índices de inseguridad e incluso el hambre de quienes tienen meses a la espera de que los CLAP entreguen las bolsas de alimentos que le corresponde a cada zona.
Son sucesos que incrementan con el pasar del tiempo, y más aún cuando el pueblo se acostumbra a que la única manera de conseguir una solución sea a través de crear desorden en la sociedad o perturbar los espacios públicos.
La licenciada Hisveth Fernández, asegura que las protestas son el canal en donde los habitantes liberan su energía de descontento y se enfocan a través de sus objetivos en cambiar la situación y transformar a la sociedad para que sea mejor para todos.
“En un país en donde las condiciones de vida son insoportables y contrarias a su desarrollo, las personas se sienten insatisfechas y comienzan a sentirse al límite. Cuando sucede eso las protestas de calle se convierten en su única arma”.
Incitan en ir a la calle
En la mañana de este martes, a lo largo de toda la ciudad, se observaron calles y avenidas trancadas. Más de 10 protestas se registraron por parte de ciudadanos que exigían mediante esta medida la presencia de los camiones que transportan el gas dentro de sus comunidades.
La avenida Ribereña, a la altura de la calle 35, fue obstaculizada a las 7:00 a.m. por parte de habitantes de la cuesta San Juan.
Pedro Rodríguez, residente de la zona, señaló que más de dos meses tienen sin recibir las bombonas con gas doméstico y ante eso decidió comunicarse con la central para conocer qué era lo que sucedía. “Lo que me comentaron fue que si queríamos gas debíamos trancar las avenidas, ya que dentro de la central solamente cuentan con la reserva y atienden a los sectores con mayor índice de escasez”.
De acuerdo a lo antes citado, los habitantes se sintieron motivados en obstaculizar el paso vehicular, se dirigieron con sus bombonas de gas, cauchos e incluso cerraron la vía con la leña que utilizan para cocinar, la cual consideran dañina para la salud de los más pequeños.
“Necesitamos el gas, ya tenemos que comprar la comida bachaqueada, ahora también tenemos que adquirir las bombonas en 1.000 bolívares. Ya no podemos más”, expresó Rubén Graterol, un adulto de 85 años de edad quien se dirigió a protestar para exigir una respuesta.
Promesas y súplicas
Por la misma causa se conglomeran los habitantes del sector La Carucieña, Garabatal, José Félix, 5 de Julio y Cerrajones.
“Tengo más de quince días en la calle día y noche, de un lado para el otro, haciendo lo imposible por conseguir que el gas llegue a la comunidad”, indicó Arelis Álvarez, habitante de la zona.
La protesta tuvo lugar a las 8:00 de la mañana, en la avenida principal de La Carucieña. Sin embargo, a las 10:30 se dirigió un piquete de la Guardia Nacional a derribar la barricada.
“El guardia nos prometió que si quitábamos la tranca y abríamos la vía el gas llegaría en tres horas a la zona. Creemos en su palabra e incluso hizo hincapié en que si no llegaba el camión a las 1:00 p.m. podíamos volver a cerrar la avenida con suma tranquilidad. Sabemos que han prometido lo mismo en cada una de las trancas que se han efectuado el día de hoy (ayer), pero sería peor para ellos que en las tardes se vuelvan a repetir todas las protestas”, afirmó Álvarez.
“No es justo”
Los miembros del sector Brisas del Parque, Doña Marta, y Ché Guevara se revelaron mediante la quema de cauchos a la altura del Cono de Seguridad. La magnitud del suceso se hizo notar en toda la ciudad, la nube de humo negro se podía visualizar a la altura de cualquier punto cardinal. Los hechos tuvieron lugar desde las 7:00 de la mañana. Los miembros aseguran que están cansados de ver cómo los camiones con bombonas de gas salen de la central y los desvían para el resto de las casas sindicales.
“Es primera vez que tomamos acciones de esta manera. Pero es la única manera de hacernos escuchar, ya que tenemos más de un mes sin gas y no nos buscan solución. Todo es un negocio, donde paguen más caras las bombonas allí es que envían los camiones”, detalló Denny Rojas, miembro de la comunidad.
La protestante Silvia Vargas, opina que esta situación ha trastocado por completo su vida cotidiana. Padres de familia han tenido que pedir su día libre en el trabajo para acudir a las protestas, las madres en sus hogares se las ven difíciles para cocinar, ya que en ocasiones no consiguen la leña o la misma atenta contra la salud de sus familiares; pero como siempre se ven afectados los más frágiles como es el caso de los niños.
“Hay niños que no se pueden mandar a la escuela, porque no tenemos con quién dejarlos mientras protestamos por conseguir el gas, y en ocasiones no tenemos con qué cocinarles. Les pedimos específicamente a Luis Jonás y Reyes Reyes que atiendan las necesidades de un pueblo cansado”.
Asimismo, fue obstaculizada una vez más la avenida Florencio Jiménez a la altura de Santa Rosalía, para los habitantes de la zona se volvió una rutina trancar la autopista cada martes para recibir el servicio de gas dentro de la comunidad. Igualmente se evidenciaron cierres de calles en el sector Bello Monte (en el kilómetro 11 de El Manzano), en la autopista Circunvalación Norte, en el sector Veragacha, Ruezga Norte, Ruezga Sur, San Jacinto, La Piedad y en la intercomunal Duaca – Barquisimeto.
Es importante destacar que un trabajador de la planta de llenado Pdvsa Gas Comunal, el cual no quiso ser identificado, manifestó que la falla en la distribución sucedía por la falta de gas en el llenadero. “No es que nosotros no queramos distribuir el gas, es que nos vemos limitamos y atendemos a las comunidades más necesitadas”.
Irregularidad en planta de Pdvsa Gas causaría las fallas
“¿Será que hay una situación mafiosa dentro de este sistema?, ¿será que hay una situación de golpe silente?”.
Estas son las interrogantes que planteó el presidente de la Comisión de Asuntos Comunales, Municipales y Limítrofes del Consejo Legislativo del estado Lara (CLEL), Luis Contreras, luego de asegurar que desde el parlamento regional investigan “irregularidades” que presuntamente se presentan en una de las plantas de distribución de Pdvsa Gas Comunal en la región.
La supuesta desviación de las bombonas de gas para su reventa, en una sede ubicada en la Zona Industrial I (la cual se encargaría de abastecer al 70 % del espacio territorial), sería la causa de las fallas en el suministro de gas, el cual ocasiona protestas casi de manera diaria en la entidad.
“Esa planta dispone de mayor recurso humano, bombonas y vehículos, pero resulta que está atendiendo menos usuarios comparados con otras plantas que tienen menos”, sostuvo.
Contreras se reservó mayores detalles de la supuesta pesquisa, pues afirmó que al develarlos afectaría la investigación.
“Hay que hacerle una intervención verdadera para poner orden. Ahí hay un sindicato que tiene que responder, ahí hay unos trabajadores que tienen que responder al respecto. Tenemos tiempo investigando, pero nos hemos confiado con los datos que nos han aportado, han jugado con nosotros como el torero; ahora vamos con todo”, señaló al cuestionársele de la falta de respuesta gubernamental a la problemática.
Aseguró que la empresa del Estado tiene la posibilidad de atender a toda la población diariamente sin ningún tipo de problemas. Además, invitó a las comunidades afectadas a reportar cualquier novedad al CLEL, pues todo pedido debe ser inmediatamente atendido.