El sismo registrado en Venezuela el 26 de marzo de 1812, un Jueves Santo, devastó varias ciudades, entre ellas Barquisimeto, cuyas secuelas fueron de consideración, donde sólo en Caracas se contabilizaron diez mil fallecidos.
La investigación pertenece al historiador Taylor Rodríguez García, cronista oficial del municipio Palavecino, quien señala que en Cabudare para ese año, identificado así por varias piezas documentales inéditas, “la única edificación demolida por esa causa natural fue la sede del oratorio de Santa Bárbara, situada en la hacienda de igual nombre, propiedad de don Juan José Alvarado de la Parra, alférez real del Cabildo de Barquisimeto”.
El especialista hace énfasis en la falsedad que se tejió en torno a los inmuebles del casco central cabudareño, afirmando que “no se convirtieron en polvo y cenizas, sencillamente porque no existían para la fecha”.
Éstos fueron edificados años posteriores, dado el primer censo oficial de viviendas está fechado en 1835, anota el cronista Rodríguez.
Origen del oratorio
Con fecha 9 de abril de 1793, el alférez Juan José Alvarado de la Parra, dirigió correspondencia al vicario capitular y gobernador de la diócesis para solicitar permiso con el propósito de disponer de una capilla pública en el sitio de Cabudare, donde él era poseedor de haciendas de trapiche, cacao y añil.
Acentúa Rodríguez, que la autoridad eclesiástica concedió por auto de junio siguiente el permiso solicitado, pero Alvarado de la Parra no procedió con esa empresa.
Reanimado en su propósito, cita el cronista, el alférez escribe nuevamente a Caracas, el 1º de marzo de 1797, carta que recibe el obispo fray Juan Antonio de la Virgen María Viana, a quien le expresa que aun no ha construido la capilla y le ruega conceda nuevo permiso por extravío del anterior.
La licencia fue concedida y Alvarado de la Parra, inició la fabricación del oratorio ese mes y año, “y una vez construida, sirvió de mucho consuelo a los católicos habitantes de la región cabudareña, núcleo de atracción del elemento humano”.
La capilla se vino al suelo
El sismo ocurrido el 12 de marzo de 1812, que impactó significativamente las edificaciones de varios centros poblados venezolanos, demolió el oratorio de Santa Bárbara.
Rodríguez resalta en el estudio, que el testimonio al respecto lo aporta el legítimo propietario Alvarado de la Parra, quien en su pieza testamentaria, indica a sus albaceas destinen la cantidad de dinero de su patrimonio que se requiera para construir nuevamente la casa de oración.
Sugiere además que se remuevan las ruinas y se rescaten los objetos sagrados que se lograron salvar.
Finalmente, solicita que en esta edificación se mantenga, en lo posible, la arquitectura anterior. Además manifestó su voluntad de ser sepultado en su oratorio, lo que ocurrió en 1819, aunque la casa de oración no estaba concluida.
Reproducción y foto: Luis Alberto Perozo Padua