El movimiento estudiantil sin lineamientos de organismos superiores, considerándose autónomos para emprender sus luchas, se movilizan en todo el país por la libertad de los estudiantes secuestrados, sin juicios y sin culpabilidad alguna, por el derecho a ejercer el voto que les otorga la Constitución Nacional en el Referendo Revocatorio del mando del Presidente de la República, la apertura de un canal humanitario y la aprobación de un cronograma electoral.
De no lograrse algunos acuerdos satisfactorios en la Mesa de Diálogo que se reunió este viernes, y si se produce el levantamiento de dicha Mesa de cualquiera de los factores de poder reunidos, el movimiento estudiantil, como un muchas épocas históricas se consolidará como la vanguardia, que siempre ha sido, de la lucha por la libertad, por el acatamiento de la Carta Magna.
La represión y las amenazas de los principales voceros del gobierno, no han hecho mella en el espíritu de combate de la juventud venezolana, ni ayer ni hoy. Conscientes de que enfrentarse a un régimen represivo, fascista, hay que pagarlo con más presos, heridos y perseguidos, el movimiento estudiantil se enrumba hacia una segura victoria, fundamentalmente cuando el resto de la población se incorpore a la protesta pacífica pero contundente contra la arbitrariedad, la autocracia de una secta civil y militar que ha violado la Constitución Nacional, con la intención de perpetuare en el poder.
Como en el siglo XIX un grupo de civiles y militares armado, corrupto y violador de los Derechos Humano, con una fachada legal por delante, como el siglo XX lo hicieron Hitler y Musolini, ha perdido apoyo popular y se ha colocado de espaldas a la democracia internacional. Los estudiantes y el pueblo en general han comprendido que el repudio al gobierno de Nicolás Maduro y de su entorno militar y civil, es el producto de unas políticas gubernamentales que han provocado la pobreza de millones de venezolanos, la miseria y el hambre, de numerosas que ven sufrir a sus hijos y abuelos tanto por falta de comida como de medicinas, que en muchos casos los conduce a la muerte.
En este panorama tenebroso, de una nación que tiene en el subsuelo la más grande reserva y petróleo del mundo, y cuyos gobernantes en los últimos 18 años han despilfarrado y saqueado los más altos ingresos que haya recibido el país en toda su historia, los estudianteshan tomado la calle para protestar y pedir un cambio de gobierno en el marco de la Constitución Nacional.
Y salvo que se produzca una especie de milagro debido a la presencia del enviado del Papa Francisco, y el gobierno acepte acogerse a lo establecido en la Carta Magna, con relación a los Derechos Humanos y libere a los presos políticos y ordene el regreso de los exiliados, y en general se avenga a la formación de una gobierno de Unidad Nacional para la transición, sólo así los estudiantes estarían dispuestos a abandonar las calles. Si se produce lo contrario y se impone la cerrazón de los representantes del gobierno, preservando el poder mediante la fuerza, la violencia y la persecución, según lo afirmado por los líderes estudiantiles, la lucha en todos los sectores democráticosde la sociedad venezolana, continuará hasta un final difícil de prever en sus consecuencias.