Una economía entre normativas y su omisión. Erradas o no, políticas como el control de precios y de cambio han sido parte de la rigurosidad productiva de Venezuela de los últimos años. No obstante, por frontera con Colombia, desde hace varios meses, se importan productos a precios internacionales por encima del valor controlado. El cálculo radica en la tasa de cambio.
En respuesta a ello el gobernador del Táchira, José Vielma Mora, anunció que llevará ante el Consejo de Economía Productiva la propuesta de abrir oficinas del Banco Central de Venezuela (BCV) y del Ministerio de Finanzas, en la zona, a fin de equiparar el diferencial cambiario.
Sobre este punto fue consultado el analista económico y exjefe de la división de análisis de riesgo cambiario del BCV, Orlando Zamora, quien precisó que ningún banco central es operador directo, sino supervisor y regulador de la actividad, por lo que la propuesta carece de sentido.
-Se busca que el BCV sea un intermediario, una casa de cambio más que fortalezca artificialmente el bolívar, comprando pesos caros y colocarlos a menos precios en Venezuela, para así abaratar bienes colombianos e incluso el dólar paralelo, por una demanda cuyo precio sería irreal.
Apuntó que esta estrategia sería ir “contra corriente de la dinámica económica”, cada vez que el valor de la moneda nacional sea inferior. Recordó que la base monetaria (emisión de dinero) ha crecido más de ocho meses en tres años.
El propósito sería subsidiar de manera directa las compras de bienes en el vecino país. El BCV, por tanto, tendría pérdidas.
-Es una medida improvisada que pretende resolver un grave problema.
El exfuncionario del BCV aseguró que las condiciones actuales se mantendrán, ya que este tipo de cambio es de suma incidencia en la economía nacional, motivado a que en Venezuela no hay mercado directo de compra de divisas. La relación bolívar-peso-dólar, se mantiene.
Criticó que el gobernador Vielma Mora sea “arte y parte” del tema cambiario e importación de alimentos, actividades que no entran en sus funciones y para la cual tampoco está capacitado.
Salvó que el BCV no se ha pronunciado, pero tampoco negó la posibilidad de que haya habido conversaciones internas.
Relación artificial y desconocida
Sobre cuál podría ser el valor del peso en bolívares, con el BCV como intermediario, señaló que este sería imposible de estimar. No obstante, puntualizó que “el gobierno se ha especializado en manejar los precios y tasas de cambio”. Tal y como sucede con el sistema de Divisas Complementarias (Dicom) que retrocede mientras que el mercado libre incrementa.
Subrayó que el BCV ha ejercido un “rol extraño” en esta relación.
Otra visión
Zamora destacó que otro de los propósitos sería encarecer el bolívar en la frontera para que la relación sea favorable a Venezuela. Así se desestimularía la compra ventajosa de los colombianos, como ocurre con la gasolina.
Sin embargo, la medida es artificial y el trasfondo de la problemática es netamente productivo.
Dólares particulares
El exjefe del BCV indicó que el mercado “tiene que abrirse a un cambio único”, para que los dólares particulares circulen libremente en el país.
“Son los dólares particulares los que dan la cara por Venezuela. Lo vemos con la importación de productos por parte de privados, de los cuales se abastecen los ciudadanos. Son ellos quienes financian el abastecimiento de productos vitales”, manifestó.
Reprochó, por tanto, que se les atribuya la supuesta “guerra económica”.
Castigo al trabajador
Roberto León Parilli, presidente de la Alianza Nacional de Usuarios y Consumidores (Anauco), se expresó sobre declaraciones de Freddy Bernal, coordinador de los Comités Locales de Abastecimiento y Producción (CLAP), quien refirió que dicho sistema no está diseñado para “todo el país” y que por eso se autorizó a privados a exportar a dólar propio.
Refirió que dichas palabras fueron “una confesión de una violación constitucional flagrante”, ya que el artículo 21 de la Carta Magna se refiere a la igualdad de todos los venezolanos, frente a toda circunstancia. “Decir que el sistema es para una proporción de la población, por más necesitada que esté, no es razón”, acotó.
Negó que la clase media tenga una mejor situación económica, punto que en su opinión, tampoco sería un justificativo.
Criticó que el 50% de la producción e importación nacional se dirija a este programa, ya que el porcentaje restante es insuficiente para llenar los anaqueles.
“Se pretende establecer un castigo para el venezolano de clase media, el que trabaja, que produce… En cualquier país se mide su productividad por el tamaño de la clase media, pero acá ese grupo social ha sido también golpeado por la inflación…
Es un sector que no es privilegiado, pero que sus recursos tampoco le permiten cubrir sus gastos”.
Por definición la clase media ha sido el grupo que no cuenta con altos niveles económicos, pero está en capacidad de cubrir sus gastos básicos, lo cual no ocurre en la actualidad.
Asimismo, condenó que se esté obligando a una parte de la población a comprar en un mercado que anteriormente era ilegal, el dolarizado, tasado a divisa del mercado paralelo.
