El artista plástico barquisimetano Jorge Sánchez, define su taller como un campo de batalla con dos frentes: en el primero de ellos gravitan las obras expresionistas-abstractas que salen a confrontar el mundo en los salones de arte del país. En el otro flanco se distinguen aquellas pinturas que guardan esa carga emotiva y poética de su discurso circense, propuesta que Sánchez estará presentando esta noche a las 7:00 p.m. en la galería de Biotel Suites.
Sánchez, egresado de la Escuela de Artes Plásticas Martín Tovar y Tovar y de la Cristóbal Rojas de Caracas, expone que su obra se desprende de las experiencias del día a día. “Voy más allá del poder egocéntrico de la obra”.
El artista considera que la concepción de una obra debe estar intrínsecamente vinculada a cierto grado de altivez espiritual, ya que el arte es, a su juicio, el medio por el cual el individuo socializa.
“Ilusión y Fantasía Circense nace hace nueve añosa atrás, luego de una exitosa muestra individual en la Sala de Exposición Juan Carmona de EL IMPULSO”, recordó. Desde entonces, dijo, ha corrido mucha agua bajo el puente. Obstáculo, alegrías y mucho trabajo. En ese sentido, precisó el artífice, la obra se reinventó.
“El arte va más allá de la técnica, lo importante es el hecho creativo, sin ese ingrediente estamos perdidos. En este caso, abordo el tema como legado de familia, ya que mi madre trabajó en el circo la mayor parte de su vida y eso me marcó… tocar este tema me resulta fascinante, todo a partir de una carga poética y experiencias. Es una propuesta muy espiritual y disciplinada”. Añadió que la actividad creadora es un proceso que parte del hecho racional-emocional, que fluye por entre la lógica, los pensamientos, los sentimientos y el concepto. “Todo tiene una función transformadora y comunicativa”.
-¿Qué desea comunicar?
-La comunicación está en la sensibilidad. El artista no conlleva un trabajo personal, es seducido por la sociedad, en ese sentido, no se trata de hacer circos o carpas en su forma natural, sino de establecer símbolos y criterios que el artista convierte en algo creativo, ahí está la carga, no puramente en el hecho técnico. El trabajo pictórico es sinónimo de libertad y fantasía, la filosofía del arte es también la filosofía de la vida, establezco un grafismo de inusitada fuerza que se intercala con las líneas… es algo libre.
-¿Qué refleja la obra?
-La obra refleja una carga poética, emotiva, de vivencias, sin poses en el discurso… el riesgo labra el camino de mi trabajo, es muy gestual, por lo tanto, tengo tanta confianza en el poder del inconsciente como en el hecho racional. La obra se remite a la filosofía del espacio que el arte contemporáneo ha gestado en el estado Lara. El Doctorado Honoris Causa que la UCLA otorgó al maestro Edgar Sánchez es prueba de que los tiempos han cambiado. Sánchez forjó un conocimiento que sintetiza la contemporaneidad del arte. Es un universo armónico.
-¿Se ha transformado el concepto de la obra actual?
-La obra hoy en día se ha convertido en un hecho espiritual y filosófico. Luchamos mucho para cosechar los frutos de la contemporaneidad, tuvimos una gran carga paisajística, que si bien es cierto fue hermosísima y dio sus aportes a la plástica local nacional e internacional, rezagó la contemporaneidad. Anteriormente, existía una metodología conservadora, técnica y ortodoxa en la escuela para aprender el arte. Hoy día eso cambió con las nuevas tecnologías, la información es excesiva. Años atrás no había ni bibliotecas, ahora la información está por doquier.
-¿Qué es el arte para usted?
-Un punto fundamental para mí es que el arte es siempre y será un vehículo de conocimientos, sea sobre la realidad, el hombre, la naturaleza o el propio arte, es una forma de despertar la conciencia dormida, ha existido una evolución general… el artista funciona por encargo general del colectivo. Cuando un artista trabaja no se trata del cuadro, no se trata del hecho material. No es el objeto para vender, es una forma de vivir, de comunica, de transmitir, existe toda una carga filosófica, conceptual, de pensamiento… es una batalla de ideas, no del mercadeo ni de la pose egocéntrica.
-¿Cuántas obras presentará?
-Ocho piezas en gran formato.
-¿En cuanto a los colores?
-Yo pinto todas las tardes. En este caso abarco el colorido en su totalidad. No estoy casado ni con los colores cálidos ni con los colores fríos, todo eso depende de un hecho emocional, para mí el rojo puede tener tanta fuerza como el amarillo. Para mí todos los colores son hermosos.
-¿Qué nos puede decir sobre la técnica?
-El trabajo informal no tiene una metodología establecida, puedo trabajar con los dedos, con una espátula o directamente del tubo. Me encanta la técnica mixta, el trabajo es contemporáneo, no me gusta caer en tecnicismos porque el nuevo lenguaje maneja la filosofía de la carga poética. Es una etapa en la que trabajo sin miedo, hay que arriesgarlo todo, ya no me importa si a fulanito le gustó o no, estoy sumergido en mi investigación y en el estudio del color.
Fotos: Edickson Durán
