Según la mayoría de análisis, Hillary Clinton derrotó a Donald Trump en tres debates. Ella encabeza muchas encuestas de preferencia en los estados donde la contienda es reñida.
Y excepto que ocurra un giro significativo en las dos próximas semanas, está en una fuerte posición para convertirse en la primera mujer elegida para dirigir al país.
Pero Clinton probablemente terminará la campaña teniendo aún problemas para cambiar la percepción de millones de estadounidenses que no piensan bien respecto a ella.
Aunque muchos estadounidenses la ven mejor preparada que Trump para ser comandante en jefe, consistentemente es vista de manera desfavorable por más de la mitad de los potenciales votantes. La mayoría también considera que es deshonesta.
Los asesores de Clinton dedicaron meses a tratar de arreglar esa percepción. Pero conforme Clinton comienza a presentar a los votantes sus argumentos de cierre de campaña, sus asesores perecen haber aceptado que no lograron esa misión.